Congresista afirma que solo la cárcel frenará a conductores ebrios
Cuando se le pregunta a la representante a la Cámara Gloria Stella Díaz, abanderada de la lucha contra los conductores ebrios, si ha pensado en lanzarse al Senado, suelta una enorme carcajada y dice: "Desde cualquier escenario se pueden hacer las cosas".
Esta mujer, casada y con una hija universitaria de 18 años, es la voz en el Congreso de las víctimas de accidentes causados por quienes insisten en ponerse al frente del volante tras consumir licor. Su batalla ha dado frutos como la ley que hace obligatoria la prueba de alcoholemia y castiga manejar tras haber consumido licor con la pérdida de la licencia.
Hace pocos días, Juan Carlos Varela, un joven empresario vallecaucano, causó la muerte de tres motociclistas cuando viajaba de La Calera a Bogotá. Según las autoridades, iba borracho. Por esta razón, la congresista del movimiento Mira anunció que insistirá en el proyecto de ley que impone cárcel a todo aquel que conduzca embriagado, hundido en la pasada legislatura.
¿Por qué cree que algunos congresistas se resisten tanto a que haya sanciones penales para los conductores ebrios?
Son varias cosas. Primero, porque algunos todavía están convencidos de que este tipo de tragedias les pasan a otros, y ese es el gran problema. La gente cree que tiene control sobre sí misma. Y segundo, cuando estábamos legislando y tratando de incorporar el arresto para los conductores ebrios, se evidenció que hay algunos congresistas que tienen temor de que si manejan bajo los efectos del alcohol y los arrestan se pueda generar un antecedente penal que les cause una inhabilidad para ejercer cargos de elección popular.
Las cifras de accidentes por esta conducta sugieren que la problemática se ha convertido en un verdadero cáncer para la sociedad...
Sí, es una enfermedad que la gente permite y no quiere tratar. El cáncer tiene un tratamiento y en algunos casos, si es prevenido a tiempo, se puede curar, pero infortunadamente los conductores ebrios requieren un cambio cultural. Lo hacen por costumbre.
¿Faltan más campañas educativas?
No, ya se ha hecho de todo: inteligencia vial, entregue las llaves y conductor elegido. La vía es la penalización. Solo la cárcel frenará a los conductores ebrios.
Entonces, ¿insistirá en que el castigo sea la prisión?
Sí, indiscutiblemente lo vamos a hacer, y el próximo 20 de julio estaremos radicando en el Congreso nuevamente esta iniciativa con el acompañamiento de los congresista que la vez pasada la apoyaron y la votaron...
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