Por qué Correa no quiere que ecuatorianos compren en Colombia
América
Ana Lucía Román Para EL TIEMPO Quito. El inusual llamado que hizo esta semana el gobierno del presidente ecuatoriano Rafael Correa para que sus compatriotas dejen de atravesar la frontera hacia Colombia para hacer compras masivas, principalmente en Ipiales, anticipa los ajustes aduaneros que serán adoptados por las autoridades de Quito, así como deja en evidencia las dificultades que atraviesa la economía del país debido a la caída de ingresos por la baja sensible de los precios del petróleo, su principal producto de exportación. Los ajustes fueron anunciados por el gerente general del Servicio Nacional de Aduanas del Ecuador (Senae), Xavier Cárdenas, pero aún no hay información precisa sobre la naturaleza de las medidas, pero se prevé que el Comité de Comercio Exterior, Comex, adopte posibles cambios en normativas y procedimientos que logren reducir el éxodo de compradores locales que, atraídos por el bajo costo del peso colombiano, cruzan la frontera masivamente. Los ajustes también se aplicarían en la frontera con Perú, de donde ya se informa del paso de ecuatorianos para adquirir productos de primera necesidad y prendas de vestir. Los estragos de las compras en Colombia ya se sienten duramente en el lado ecuatoriano. La ciudad de Tulcán, vecina del departamento de Nariño, fue declarada como ‘zona económicamente deprimida’. La razón es que al menos el 40 por ciento de los negocios han cerrado, indicó a EL TIEMPO el presidente de la Cámara de Comercio de esa población, Nelson Cano. El dirigente gremial acotó que la crisis se está generalizando y ya se sienten los estragos en otras zonas fronterizas como Sucumbíos o en la provincia del El Oro, fronteriza con Perú. En Rumichaca, el puesto de aduanas del lado ecuatoriano, parece no darse abasto en el control de los miles de automóviles que semanalmente cruzan la frontera llevando productos de primera necesidad, prendas de vestir, licores y principalmente televisores que en Colombia se consiguen a precios sensiblemente más bajos. Un TV de 50 pulgadas, por ejemplo, que en Ecuador vale unos 1.300 dólares, en Colombia se consigue en menos de 800 dólares. Los uniformados revisan los baúles, tras los asientos y en lugares inimaginables donde se esconden productos para evitar el pago de impuestos a bienes tributables como electrodomésticos o teléfonos celulares. Según la Senae, entre enero y julio del 2015, miembros de la entidad incautaron mercadería por un total de 22,17 millones de...
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