La crónica de una Venezuela malherida - 18 de Febrero de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 896742691

La crónica de una Venezuela malherida

Sergio Ocampo Madrid- especial para el tiempoEl 10 de diciembre de 2009, la jueza venezolana María Lourdes Afiuni decidió otorgarle libertad condicional al empresario Eligio Cedeño, por recomendación del grupo de trabajo sobre detención arbitraria de la ONU. Cedeño llevaba tres años preso a la espera de un juicio por el supuesto delito de burlar los controles cambiarios impuestos por el gobierno de Hugo Chávez, y el mundo entero consideraba un exabrupto su larga "detención preventiva". Esa misma noche, en una de sus conocidas cadenas televisivas y radiales, Chávez clamó en horario triple A: "Esa jueza tiene que estar en la cárcel, con todos sus derechos. Tiene que pagar con todo el rigor de la ley lo que ha hecho y (lo mismo) cualquier otro juez que se le ocurra hacer eso…". Afiuni fue a prisión, donde terminó compartiendo espacio con varias de las criminales a las que ella había condenado, y sufrió abusos físicos, psicológicos y sexuales. Su caso adquirió relevancia en todo el mundo al punto de que pensadores como Noam Chomsky intercedieron por ella, sin éxito. Este triste episodio, todo un punto de quiebre para la Rama Judicial venezolana, es uno de los que retrata con toda la maestría Catalina Lobo-Guerrero en su libro Los restos de la revolución, crónica desde las entrañas de una Venezuela herida. Se trata de un profundo y desgarrador testimonio en primera persona de una corresponsal periodística que fue a cubrir el día a día de un país inmerso en un inquietante experimento político, y terminó convertida en corresponsal de guerra en una nación irreconciliablemente dividida y en testigo de excepción del lento y progresivo desplome de una economía, unas instituciones, una confianza y una moral pública y hasta una alegría vital insuflada por la cultura y la geografía. Catalina arribó a Caracas el 3 de marzo, y 48 horas después falleció Chávez, o más bien, las autoridades admitieron ese día que "el comandante" había muerto. A partir de ahí fueron tres años y medio de cubrir noticias, la mayoría dolorosas y tristes, de entrevistar a cientos de personas, desde ministros y altos funcionarios, o miembros de la oposición, hasta gente en guarimbas (protestas), en supermercados, en andenes y calles e inclusive en medio de tiroteos; de asistir a decenas y decenas de ruedas de prensa, y de no entrevistar a Nicolás Maduro ni a Diosdado Cabello, que nunca respondieron sus solicitudes. El costo de una resistencia Quizá lo más valioso del libro es justamente ese impresionante mosaico de rostros humanos, hermosamente comunes, que consigue armar la autora, y cuyas vivencias o...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR