Cruzada inglesa por el coatí de montaña
Javier Silva Herrera
Redacción Vida de Hoy
El Durrell Wildlife Conservation Trust (DWCT), del Reino Unido, acaba de fijar su atención en un 'fantasma' colombiano.
En un hecho celebrado por ecologistas y organizaciones ambientales, los investigadores de esta institución, una de las más importantes del mundo para el manejo de especies en vías de extinción, han decidido salvar al coatí de montaña (Nasuella olivacea), un animal pequeño, escurridizo y muy típico de las zonas de páramo nacionales.
¿Un fantasma? El apodo se lo ha ganado sobradamente, ya que algunas de sus características más sobresalientes se han obtenido de pieles, muestras de tejido y cráneos pertenecientes a colecciones en museos de historia natural, también de muestras fecales o incluso huellas. Verlo es casi un milagro, porque a su misterioso comportamiento se habría sumado su desaparición por la pérdida continua de sus hábitats. Y esto a pesar de que las hembras, al parecer, forman grupos de seis u ocho ejemplares para moverse.
Este pequeño omnívoro les presta un servicio invaluable a los humanos, ya que con sus recorridos por el páramo y los bosques andinos logra dispersar semillas para que nuevas plantas crezcan en esos ecosistemas y ellos puedan seguir conservando el agua que tomamos en las ciudades.
Hoy, en los registros internacionales, aparece como un animal con 'datos insuficientes' y por obvias razones no tiene ningún programa de conservación que lo ampare.
Afortunadamente apareció el Durrell Wildlife Conservation, que se ha dedicado a salvar otras especies raras y poco comerciales en los cinco continentes. En sus instalaciones, situadas en la isla de Jersey, no hay tigres, osos o elefantes. Sólo hay especies poco atractivas y más bien desconocidas. A propósito, aquí en el país la organización inició recientemente un proceso de preservación del tití gris del Magdalena Medio, en crítico estado.
Con él, trata de recuperar sus poblaciones a partir de programas de reproducción en algunos zoológicos, dos de ellos instalados en el Parque Jaime Duque, situado al norte de Bogotá, y en Piscilago, un complejo turístico administrado por la caja de compensación familiar Colsubsidio, cerca de Girardot (Cundinamarca).
Después de varios años de trabajos, hoy existen 98 monos reproducidos y que ya han impulsado el desarrollo de varias generaciones de estos primates.
La organización también había logrado algo impensable con un halcón de las Islas Mauricio, en el océano Índico, del...
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