El debate de escuelas
| Autor | Fernando Tocora López |
| Páginas | 45-60 |
C II
E
El pensamiento de la Ilustración se construye en gran parte
como reacción a la arbitrariedad del gobernante, que dentro de sus
a su personal capricho e incluso de manera ex-post facto. Las lettres de
cachet son un ejemplo importante del despotismo real. Se trataba de
cartas reservadas que emitía el rey para privar de la libertad a alguien,
sin fórmula de juicio, sin ninguna garantía y pasando por encima de
los jueces. Mediante ellas podía mandar a prisión a alguien u ordenar
su destierro. Es por eso, que los revolucionarios inspirados en el
iluminismo, reivindicaron el principio de legalidad, básicamente como
existencia previa de la ley; que fuera la ley la que determinara lo que era
delito y no la voluntad del monarca o del gobernante. De allí, la escuela
clásica plantea que el delito es una creación netamente jurídica, aunque
aceptan que tiene raigambre en el derecho natural. Estamos ante una
derecho, pero sin referirse a las volubles legislaciones existentes en un
momento dado, sino a valores absolutos de origen divino.
Esta corriente iluminista de pensamiento no fue monolítica.
Hubo quienes se mantuvieron en sus creencias religiosas, a pesar
de promover una legislación laica, como por ejemplo el principal
exponente de la escuela Clásica italiana Francesco Carrara. Otros
eran ateos y consideraban que la religión había hecho mucho daño
en los temas de la libertad de conciencia y de expresión de las gentes
y algunos criticaban la ambigüedad de muchos ilustrados que al
tiempo que reivindicaban la libertad como valor supremo sostenían
las políticas de esclavitud en las colonias y hasta participaban ellos
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había dominado la edad media europea había alcanzado a sostenerse
y no estaba dispuesta a dar su brazo a torcer. Carrara aceptaba sin
embargo, que había una instancia práctica del derecho penal dada
por la autoridad de la ley positiva.
moratoria de 80 años para no perjudicar a los propietarios. Igualmente
, a pesar de su convocatoria a la emancipación, al atreverse a
pensar que lanza a sus contemporáneos, sostiene que la mujer es
una menor de edad y la mantiene sometida como los propiamente
menores, al yugo de su marido. Igualmente se pronuncia
a favor del voto universal, pero solamente para los ciudadanos
activos, la minoría blanca propietaria. Lo universal en la revolución
liberal francesa, fue más bien particular, el espacio de unos nuevos
privilegiados, que podían votar, negociar y en general decidir por las
mujeres, por los trabajadores y los emigrantes. Fue una muy peculiar
forma de entender lo universal.
por su parte, atacó la imprenta por publicar tanto libro
(peligroso), y el teatro, la ciencia y las artes; elogiaba la ignorancia.
Un auténtico obscurantista, remata Onfray1.
Muchos de los pensadores de la Ilustración estaban por la pena
de muerte ( ).
Combatían activamente el ateísmo y defendían la religión, a pesar de
estar esa institución en el eje central de poder que gobernó el ancien
régime que ellos atacaban. En cambio hubo unos pensadores que
criticaron los excesos de la iglesia católica (recordemos en este punto
el reconocimiento de su error y el perdón que ha pedido el Vaticano
sobre este tema en este siglo XXI que corre). Invadir otros países para
que además trajeron hasta América para juzgar y aplastar las religiones
originarias de los pueblos indoamericanos, sostener las prácticas
bárbaras de la hoguera y de las torturas, no fueron simples pecados o
errores, sino verdaderos mega-delitos (genocidios, violaciones masivas
de derechos humanos, crímenes de lesa humanidad) causantes del más
1 , Michel. (2007). “Les ultra de Lumieres” Grasset. Paris: Le Livre de poche.
p. 21-22.
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