Defender lo que es nuestro - 24 de Enero de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 592258782

Defender lo que es nuestro

Repatriar el tesoro quimbaya

Enrique Gaviria Liévano

Para el 28 de enero próximo, la Corte Constitucional citó con buen criterio a audiencia pública con el fin de decidir sobre una tutela en la que se solicita que el Gobierno Nacional, por intermedio del Ministerio de Relaciones Exteriores y de Cultura, adelante los trámites necesarios para lograr la repatriación definitiva del tesoro quimbaya. La solicitud o acción popular fue presentada por el doctor Felipe Rincón Salgado ante el Juzgado 23 Civil Municipal, con tan sólidos argumentos históricos y jurídicos que este dictó sentencia favorable. El Tribunal Administrativo de Cundinamarca revocó la decisión, el Consejo de Estado negó la revisión y la Corte Constitucional la seleccionó. La repatriación del tesoro quimbaya es un viejo anhelo de distinguidos escritores, antropólogos e historiadores, sin que hasta ahora hayan tenido eco en las órbitas oficiales. Este asunto hay que tratarlo con la seriedad que se merece. Lo que pretendemos hacer es reivindicar otro de los errores históricos de la diplomacia colombiana. Esta vez, resarcir, a lo menos, el descrédito que nos ha causado el insólito regalo del tesoro quimbaya al Gobierno español. Más aún, al leer la nota del 20 de noviembre de 1892 enviada por el presidente encargado, Carlos Holguín Mallarino, a las “cámaras legislativas”. En ella les informa no solo de la entrega del tesoro quimbaya al Gobierno español, sino que esta había sido comprada (a Fabio Lozano Torrijos) con el fin de exhibirlo en Madrid y Chicago y obsequiarlo a un museo de su capital como muestra de agradecimiento por el gran trabajo que se tomó en el estudio de nuestra cuestión de límites con Venezuela y la liberalidad con que hizo todos los gastos. Ignoramos cuáles fueros los gastos en que incurrió la monarquía española en el proceso arbitral para definir los límites con Venezuela, pero en lo que no debe quedar ni asomo de duda es que la regente María Cristina de España, al dictar su laudo, actuó conforme a su condición de árbitro y falló tomando en cuenta los alegatos de ambas partes. Otra cosa es que los alegatos de Aníbal Galindo fueron tan...

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