Deportistas: entre la presión y la depresión - 27 de Noviembre de 2017 - El Tiempo - Noticias - VLEX 697778665

Deportistas: entre la presión y la depresión

RONNY SUÁREZ - EL TIEMPO@ronnysuarez_

Robert Enke, portero de la selección alemana y exjugador de clubes como el Barcelona y el Hannover, de su país, se suicidó a las 6:15 de la tarde del martes 10 de noviembre del 2009. Tenía 32 años. Estacionó su carro en un paso a nivel cerca de su casa en la localidad de Neustadt, región de Hannover. Caminó hasta las vías del tren y esperó a que la máquina se llevara su vida por delante. Decidió rendirse a pesar de gozar de un destacado momento con su club, de ser candidato a custodiar el arco alemán en el Mundial de Sudáfrica, de tener reconocimiento y dinero. La depresión lo llevó hasta allí, al trágico lugar de su muerte. Así lo confirmó meses después el libro Una vida demasiado corta, del periodista y escritor Ronald Reng, quien además era su amigo. Según reveló el escrito, Enke llevaba consigo un dolor intenso por la muerte de su hija, Lara, de 2 años, ocurrida tres años atrás. Pero también sugiere que el guardameta era víctima de la alta exigencia deportiva y de la presión que le significó un paso poco afortunado por el cuadro catalán. El de Enke es quizás el caso más emblemático de cómo la depresión puede embestir la mente de los deportistas de alto rendimiento. Y demuestra, claro, que las medallas y la fama, el éxito y el dinero no son vacuna para una enfermedad de tamaño pandémico que afecta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), a más de 300 millones de personas. Ni el propio Michael Phelps, el atleta con más medallas en la historia de los Juegos Olímpicos, se libró de padecer este trastorno mental, que en la mayoría de los casos se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa, falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración. En julio pasado, el nadador estadounidense aseguró que –como Enke y tantos otros– estuvo a punto de quitarse la vida. “Estaba sentado en mi habitación, de donde no me moví durante cuatro días”, narró a la CNN. Era octubre del 2014 y acababa de ser suspendido seis meses por haber sido detenido conduciendo borracho. “Era una bomba de tiempo a punto de estallar. No quería estar vivo. En ese momento pensé: ‘Lo mejor que puedo hacer es simplemente no estar aquí’ ”, relató. Hablar: el comienzo La gran lección del testimonio de Phelps es que de la depresión hay que hablar. Ese fue el mensaje del ‘Tiburón’: “Sabía que necesitaba ayuda y que tenía que cambiar algo en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR