El desafío de Messi: salvar a Argentina con un cuchillo y un tenedor de plástico - 12 de Noviembre de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 653058105

El desafío de Messi: salvar a Argentina con un cuchillo y un tenedor de plástico

Buenos Aires. Se agacha y empieza a atarse el cordón izquierdo, ajeno. A 50 metros, en un córner, un racimo amarillo empieza la fiesta que escala hacia las cuatro tribunas del Mineirão. Aúlla el estadio, se silencia Messi. Brasil acaba de meter el 2-0, un golpe dado con la destreza del niño Gabriel Jesús y la precisión del cirujano Neymar. Él se incorpora, pero ni una palabra suelta. Morbosa, la cámara lo busca y el director ofrece su cara compungida a través de las pantallas gigantes. La enseñanza lastima: cuando las cosas estén mal, conviene saber que pueden ponerse peor. Como aquí y ahora. Se le pide que sea salvador de la patria futbolera argentina, pero al capitán no se le arrima ni un edecán para ayudarlo aunque más no sea a sostener la bandera. Autor de mil historias épicas, ahora parece abandonado a una tarea que se antoja titánica: levantar a un equipo que coquetea en el precipicio de la clasificación al Mundial. Será, tendrá que ser, su nuevo combustible: quebrada en el juego, débil en el banco y atormentada en el ánimo, a la selección le queda la carta Messi como principio y final de todo. En el fuego del Mineirão, lo mejor que le pasó ocurrió antes de que empezara el partido: dos abrazos consecutivos con Neymar, después de los himnos y justo cuando se pararon para arrancar. Pero su amigo no puede ayudarlo en esta gestión. Tampoco sus compañeros, según enseña el paso de las fechas. El problema es que tampoco parece entenderlo Bauza, que elige desarroparlo en vez de rodearlo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR