Los días blancos del santo Juan Pablo II - 8 de Agosto de 2017 - El Tiempo - Noticias - VLEX 690846645

Los días blancos del santo Juan Pablo II

Javier Darío Restrepo* Especial para EL TIEMPO Al hacer el balance de los siete días y las once poblaciones visitadas por el papa Juan Pablo II, se los menciona como siete días blancos, porque todo fue transparente y luminoso a su paso. Sin embargo, Colombia vivía días oscuros. En ese primero de julio de 1986 aún no habían desaparecido las huellas de dos tragedias vividas a finales del año anterior: la avalancha que había sepultado a Armero y a más de 20.000 de sus habitantes y la toma guerrillera del Palacio de Justicia en el centro de Bogotá, a escasos 200 metros del palacio presidencial. La visita papal a las ruinas de Armero fue un bálsamo para las miles de víctimas y para el país. Cuando en el palacio presidencial se programaba la gira papal, se había descartado esa visita por el temor de que la actividad del volcán del Ruiz pudiera provocar una nueva avalancha. Fue la intervención del obispo Fabián Marulanda, quien representaba al obispo de Ibagué en esa reunión, la que hizo ver la oportunidad de que el Papa orara por los muertos en el escenario mismo de la tragedia. La propuesta fue acogida de inmediato por el presidente Belisario Betancur. En esa visita a Armero, Juan Pablo II desafió el miedo y el dolor de las víctimas para hablar de resurrección y esperanza. Los que relataron en los medios de comunicación esa singular visita destacaron el escenario: detrás de la gran cruz, una extensa llanura desértica era lo que había dejado la avalancha de la próspera y dinámica capital del algodón; el pontífice de pie, con su sotana y sus cabellos agitados por el viento tibio que venía de la cordillera, estaba rodeado de una muchedumbre que recibía, ávida, su invitación a la esperanza. “Así como se están echando las bases para una nueva estructura urbanística, social, laboral etc., de la misma manera deberá cuidarse todo lo que mira al desarrollo integral de las personas y, particularmente, a la necesidad de una proyección cristiana que anime todas las actividades que se emprenden. Participad activamente en esta empresa de tanta importancia con gran confianza en la Providencia divina, en vosotros mismos y en la sociedad”, dijo el Papa. La palabra del indio Casi ignorado, entre las numerosas noticias sobre esta visita, fue el episodio ocurrido en Popayán, en donde un meticuloso eclesiástico quiso silenciar la voz de un indígena que trató de hacer llegar su voz de protesta al oído de Juan Pablo II. Pero fue el Papa mismo quien asumió la defensa...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR