Dilma Rousseff, durmiendo con el enemigo - 14 de Abril de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 632540041

Dilma Rousseff, durmiendo con el enemigo

No es obvio que pasar a la oposición le traerá frutos al PMDB, porque salir del Gobierno no limpiará su reputación.

David Samuels

Columnista de o globo

Luis Alejandro Amaya E.* Subeditor Internacional En Twitter: @luisamaya2 El ‘matrimonio’ entre el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) llegó a su fin, sin que nadie se sorprendiera de ello, pero de una forma muy abrupta, tanto así que las consecuencias más graves podrían desembocar en declaratorias de Estado de Sitio por la conmoción que causarían en el país. El pasado 29 de marzo, legisladores del PMDB, en una sesión que duró menos de tres minutos, decidieron romper la relación que mantenían con el PT desde el 2011 y pasar así a apoyar la iniciativa del ‘impeachment’ o juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff. Los seis ministros de la colectividad en el gabinete fueron conminados a renunciar, pero la ficha más importante se quedó ahí, como una especie de infiltrado, un enemigo bajo el mismo techo. El vicepresidente del país, Michel Temer, es, desde ese día, algo más que un “vice decorativo”, como él mismo calificaría su condición a finales del año pasado, cuando ya era notorio que el PMDB quería tomar distancia del Ejecutivo. El escándalo del Lava Jato, desatado tras el descubrimiento de sobornos a políticos y empresarios usando recursos de la estatal Petrobras, hizo saltar la política brasileña por los aires y el PMDB, también afectado gravemente por el caso, comenzó a maniobrar el barco desde el legislativo para no hundirse con el PT. La tensa relación entre el PT y el PMDB tuvo un primer choque violento el 2 de diciembre del 2015, cuando el presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, también del PMDB e investigado por el Lava Jato, decidió dar curso a una demanda contra Rousseff por presunta adulteración de cuentas públicas. Sabido era que Cunha, por su cargo, podía contener los pedidos de inicio del procedimiento de juicio político contra la mandataria, pero al final dio la aprobación, en lo que muchos entienden como una venganza ante la inacción del Gobierno para evitar que los jueces le cayeran encima por el Lava Jato. Pero la reputación de Temer es la de un político limpio, alejado incluso de sus mismos copartidarios, como Cunha y el senador Renan Calheiros, a los que la Justicia ya les pisa los talones. “Temer es un político que tiene una carrera ya muy prolongada, sólida, nada comparada con la de...

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