Discurso de Franklin D. Roosevelt al asumir la presidencia, 4 de marzo de 1933 - Núm. 42, Agosto 2012 - Crónica Universitaria. Revista de la Universidad Sergio Arboleda - Libros y Revistas - VLEX 431526674

Discurso de Franklin D. Roosevelt al asumir la presidencia, 4 de marzo de 1933

AutorFranklin D. Roosevelt
Páginas28-30
Crónica Universitaria
28
Franklin D.
Roosevelt
(1882 - 1945)
Fue un político, diplomático
y abogado estadounidense,
que alcanzó a ejercer
como el trigésimo segundo
Presidente de los Estados
Unidos.
Ejerció la Presidencia durante
un período seguido de más
de 12 años, que habrían
sido 16, si no fuese por su
repentina muerte, en 1945,
durante el primer año de
su último mandato. Falleció
sobre su escritorio, mientras
trabajaba.
Siendo el único Presidente
capaz de haber conseguido
la reelección tres veces
seguidas y por lo tanto
disponiendo de cuatro
mandatos constitucionales,
ocupa la posición de ser el
presidente más longevo de la
Historia de Estados Unidos.
* * *
Presidente Hoover, Sr. Presiden-
te de la Supre ma Corte de Justicia,
amigos:
El de hoy es un día de consagración
nacional; estoy seguro de que mis
conciudadanos esperan que al insta-
larme en la Presidencia me dirija a
ellos con la sinceridad y la decisión
que reclama la situación actual de
nuestro país.
Esta hora es, singularmente, la hora
de decir la verdad, la verdad total,
franca y valiente. No podemos ocul-
tarnos del claro estado de cosas que
priva en nuestro suelo. Esta gran na-
ción perdurará como ha perdurado,
revivirá y pros perará.
Así pues, antes que otra cosa, permí-
tanme raticar mi rme creencia en
que lo único que tenemos que temer
es al temor mismo, un temor desco-
Discurso de
Franklin D. Roosevelt
al asumir la presidencia,
4 de marzo de 1933
nocido, irrazonable, injusticado,
que paraliza los esfuerzos necesa-
rios para convertir la retirada en
avance.
En cada una de las horas oscuras de
nuestra vida nacional, a la compren-
sión y el apoyo del pueblo, esencial
para obtener la victoria, se ha suma-
do una orientación franca y decidida.
Alien to la convicción de que una vez
más ayudarán ustedes a dirigir el
rumbo en estos días críticos.
Animado de este espíritu y confortado
por el de ustedes, afrontamos nues-
tros problemas co munes, los cuales,
gracias a Dios, son exclusiva mente
materiales. Los valores han merma-
do has ta alcanzar niveles fantásticos;
los impuestos han aumentado; nues-
tra capacidad de pagos disminuido;
el manejo de todos los negocios
confronta una seria reducción en los
ingresos; los medios de trueque se
encuentran congelados en el tráco
comercial; las hojas marchitas de la
industria yacen por todas partes; los
agricultores no encuentran mercados
1 Discurso tomado del libro Documentos
Fundamentales de la Historia de los Estados
Unidos de Richard B. Morris, 1962.
En el intervalo que transcurrió entre las elec ciones presidenciales y la toma de posesión
de Roosevelt, la situación económica, que había des cendido como consecuencia del
colapso registra do en el mercado de valores en 1929, alcanzó pro porciones críticas.
El índice de la producción industrial marcó el punto más bajo de todos los tiempos; el
desempleo llegó a un total sin pre cedentes. El día en que Roosevelt asumió el car go,
casi todos los bancos de los Estados Unidos habían sido cerrados o bien se les habían
impues to restricciones gubernamentales. En los Cien Días (9 de marzo al 16 de
junio) que siguieron, alcanzaron un volumen sin paralelo las disposiciones legislativas
que pusieron en vigor1.

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