Discurso sobre la raza - Núm. 19, Julio 2008 - Revista de Economía Institucional - Libros y Revistas - VLEX 846377265

Discurso sobre la raza

AutorBarack Obama
Páginas385-396
Re v i s ta d e ec o n o m í a in s t i t u c i o n a l , v o l . 10, n.º 19, se g u n d o se mes tRe /2008, pp. 385-396
DISCURSO SOBRE LA RAZA*
Barack Obama
Nosotros, el pueblo, a fin de formar una unión más
perfecta
Hace doscientos veintiún años, en un edificio que todavía está al
otro lado de la calle, un grupo de hombres se reunió y con estas
sencillas palabras dio inicio al improbable experimento de la demo-
cracia norteamericana. Agricultores y eruditos, estadistas y patriotas
que atravesaron el océano para escapar de la tiranía y la persecución
finalmente hicieron real su declaración de independencia en una con-
vención en Filadelfia que trascurrió durante la primavera de 1787.
El documento que redactaron fue firmado eventualmente, pero en
últimas quedó incompleto. Llevaba la mancha del pecado original de
la esclavitud en esta nación, una cuestión que dividió a las colonias y
estancó la convención, hasta cuando los fundadores decidieron per-
mitir que el comercio de esclavos continuara al menos veinte años
más, y dejar una solución final a las generaciones futuras.
Por supuesto, la respuesta a la cuestión de la esclavitud ya estaba
incorporada en nuestra Constitución: una Constitución que en su
esencia contenía el ideal de igual ciudadanía conforme a la ley; una
Constitución que prometía al pueblo libertad y justicia, y una unión
que se podía y debía perfeccionar en el curso del tiempo.
No obstante, las palabras escritas en un pergamino no serían sufi-
cientes para liberar a los esclavos ni para otorgar a los hombres y las
mujeres de todo credo y color plenos derechos y obligaciones como
ciudadanos de Estados Unidos. Se necesitarían generaciones sucesivas
de estadounidenses dispuestos a hacer su aporte –mediante protestas
y luchas, en las calles y en los tribunales, a través de una guerra civil
y la desobediencia civil, y siempre con grandes riesgos– para cerrar
esa brecha entre la promesa de nuestros ideales y la realidad de su
tiempo.
*
Discurso pronunciado por el entonces candidato a la presidencia de Estados
Unidos, Barac k Obama, en Filadelfia, el 18 de marzo de 2008. Traducción de
Alberto S upelano.

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