Disidencias y sus jefes se convierten en objetivo de la aviación militar - 31 de Octubre de 2017 - El Tiempo - Noticias - VLEX 695838265

Disidencias y sus jefes se convierten en objetivo de la aviación militar

redacción justicia@justiciaETjusticia@eltiempo.com

Desde la semana pasada, las Fuerzas Militares están blindadas legalmente para utilizar todo su poder de combate, incluyendo los bombardeos aéreos, en contra de las disidencias y grupos de ‘crimen residual’ que persisten en varios territorios tras la desmovilización y desarme de las Farc. Se trata de la directiva 037, que actualiza la 0016 del año pasado –la cual permitió usar esa arma contra tres grandes bandas criminales– y en la práctica blinda a los miembros de la Fuerza Pública de eventuales procesos penales, como sucedía en el pasado. Según los organismos de inteligencia y seguridad del Estado, más de una veintena de grupos, entre disidencias propiamente dichas y pequeñas bandas, han aparecido en una docena de departamentos del país. La más grande, que tiene unos 350 hombres, es la disidencia de los frentes siete y primero que delinque en Guaviare y está a órdenes de alias Gentil Duarte. Las propias Farc han informado al Gobierno que 481 de sus hombres decidieron seguir por fuera de la ley. Las Fuerzas Militares suman a esa cifra otras 218 personas, con lo que estos grupos podrían tener hoy 699 miembros armados. Lo que hace la directiva firmada la semana pasada por el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, es homologar lo que el Gobierno llama ‘organizaciones del crimen residual’ con los grupos armados organizados (GAO). En esa categoría están desde el año pasado las bandas del ‘clan Úsuga’, ‘los Pelusos’ y ‘los Puntilleros’. “Esa directiva nos da el respaldo jurídico para que la Fuerza Pública pueda usar incluso las ‘operaciones beta’ (las bombas) para impedir la expansión de estas nuevas organizaciones”, explicó una alta fuente oficial. El 10 de marzo pasado, una bomba de bajo poder fue lanzada desde un avión de la Fuerza Aérea contra una zona campamentaria de ‘Iván Mordisco’ en el Guaviare. Pero esa operación buscaba más destruir una infraestructura usada como armería y base el narcotráfico que poner fuera de combate al jefe disidente y sus lugartenientes. De hecho, el bombardeo no dejó muertos ni heridos. Lo que señala la directiva es que las disidencias, por su disposición en el terreno, su...

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