Editorial
Obstáculos en la Ruta
Pocas obras son tan emblemáticas a la hora de impulsar el desarrollo de la infraestructura en Colombia como la Ruta del Sol. Concebida para unir, en doble calzada, a Villeta, cerca de Bogotá, con Ciénaga, en inmediaciones de Santa Marta, el proyecto tiene una extensión de 1.071 kilómetros e involucra inversiones por unos seis billones de pesos. Cuando en su momento la iniciativa fue promovida por la administración Uribe, el propósito era evitar los errores del pasado. En pocas palabras, se trataba de contar con diseños detallados y contratos adecuados que impidieran las conocidas renegociaciones, sobrecostos y demoras que han sido más la constante que la excepción en otros emprendimientos viales. Con tal fin, en su momento se contó con la asesoría de la Corporación Financiera Internacional, vinculada al Banco Mundial, cuyo sello daba cierto parte de tranquilidad sobre el desarrollo de la Ruta. Sin embargo, transcurridos más de tres años desde las primeras adjudicaciones, es lamentable constatar que una vez más han aparecido inconvenientes en los tres tramos en que fue dividida la obra. Aunque en algunos sectores los conductores ya disfrutan los beneficios de una carretera construida con buenas especificaciones, hay motivos para pensar que el calendario de entrega definitivo deberá ser pospuesto, a menos que se rompan los cuellos de botella. Las razones son de diversa índole. En la parte más cercana a la capital, el concesionario ha buscado modificar el trazado original con el argumento de que la zona es geológicamente inestable, sin que el impasse con el Ministerio de Transporte se haya resuelto. En el segmento vecino a la Costa Caribe la dificultad ha sido el lento proceso de consultas con más de una docena de comunidades indígenas, lo cual impide que la maquinaria pueda comenzar a operar antes. Tampoco ha sido fácil la compra de tierras indispensables para la expansión, ni la expedición de licencias ambientales, que toman mucho más tiempo que el esperado. Todo lo anterior vuelve a poner de presente los impedimentos que existen en Colombia a la hora de completar aun los planes más trascendentales, como este, que es clave para impulsar la competitividad del centro del país. Más allá de entrar en las características de cada contencioso, el punto central es que el descomunal atraso que existe en este frente tardará más de lo programado en solucionarse. En respuesta, el Gobierno presentó al Congreso un proyecto de ley sobre infraestructura que, de ser aprobado, serviría para acabar con algunos vacíos en asuntos como la adquisición de...
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