Editorial - 6 de Octubre de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 537763614

Editorial

Realidad que exige soluciones serias

Es urgente plantear una inaplazable salida de la crisis de Caprecom, que favorezca, esencialmente, al 15 por ciento de la población más pobre por la que tiene que responder esta EPS pública.

Caprecom, la única EPS pública que tiene el país, se convirtió, a causa de su caótica situación, en un dilema para el Estado: si se liquida, no hay quien asuma los 3,5 millones de afiliados pobres que tiene, ni quien haga presencia en los 774 municipios en los que opera. Y si continúa tal como está, el riesgo para esa misma población será creciente y, por extensión, para todo el sistema de salud. Resulta lamentable que una entidad que, por su estructura y sus dimensiones, debería ser el regulador natural del ejercicio del aseguramiento en salud y el ejemplo para todos sus homólogos, hoy sea un lastre que bloquea el avance de la dinámica asistencial y empuja hacia abajo los indicadores de satisfacción y calidad de sus usuarios. Aunque sus directivas se esfuercen en decir lo contrario, las cifras no mienten. Basta con referenciar el deterioro progresivo de su patrimonio y de su margen de solvencia, que en junio mostraban valores negativos de 850.000 millones de pesos y 1 billón 100 mil millones de pesos, respectivamente, para saber que la inviabilidad financiera ronda a Caprecom. Capítulo aparte merecen sus deudas. Hoy debe 1,3 billones de pesos a la red hospitalaria y a otros proveedores, que pierden la esperanza de recuperar su dinero ante la realidad de una empresa que por cada peso que tiene adeuda 314. En la misma situación quedan sus usuarios, que, insatisfechos, la dejan, en términos absolutos, como la EPS más entutelada del país. Solo en este contexto es muy difícil encontrar argumentos para promover su permanencia, y mucho más si se agregan factores como la politiquería, que campea en casi todos sus cargos de dirección, y la intangible corrupción, que fácilmente se filtra entre el desorden administrativo arrastrado por décadas en la centenaria caja de previsión. Pero...

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