Editorial - 16 de Noviembre de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 544011058

Editorial

Llegó la hora de poner límites

Como a muchos se les olvida, vale la pena recordarlo: en menos de tres décadas, la salud en Colombia pasó de ser asociada con la beneficencia y la asistencia a ser concebida como un sistema de seguridad social y ahora como un derecho fundamental. La diferencia no es solamente semántica. Es el reflejo de una evolución con profundas implicaciones sociales, políticas, económicas y hasta ideológicas. No ha sido fácil para el país estructurar un sistema de salud que, más allá de sus dificultades y sus grietas, está hoy en capacidad de cubrir a la casi totalidad de la población. Pese a sus altibajos, es necesario reconocer que está fundado y sostenido por un esquema solidario, que permite, por lo menos teóricamente, que ricos y pobres tengan los mismos beneficios. El Estado ha entendido la importancia de garantizar tales beneficios a la población, al punto de que los recursos para sostenerlos han aumentando exponencialmente. Para la muestra está el hecho de que, entre el 2004 y el 2013, el gasto público en el sector pasó de 12,5 billones de pesos a 36,5 billones, monto que constituye el 76 por ciento de los 48 billones de pesos del gasto total en salud del país, que incluye al sector privado. Aun cuando muchos critican esta cifra, no puede desconocerse que, proporcionalmente, es una de las más altas de la región, lo que nos sitúa, con 480 dólares anuales, en un rango medio alto en materia de gasto per cápita en este campo. Ni los detractores del sistema pueden desconocer sus avances, ni sus defensores están en capacidad de negar que no es perfecto ni que nos llegó la hora de asumir, inexorablemente, el debate sobre los límites que este debe tener. Desde siempre, los colombianos han echado mano de la tutela para acceder a los servicios que les son negados y ahora para amparar su derecho. Aunque eso está bien, este y otros mecanismos también han conducido a costosos e injustificados abusos, que lo han llevado al límite. De hecho, hoy muestra graves fisuras financieras. Sin que eso se haya resuelto, pese a las constantes señales de alarma lanzadas por actores del sector, la sentencia C-313 de la Corte Constitucional, que declaró exequible la Ley Estatutaria de Salud (que pronto será sancionada por el presidente Santos), deja abierta la puerta para que terceros cometan abusos, al amparo del tono garantista de la norma. El texto de la ley avalado por la Corte, que declara la salud como un derecho fundamental, permitiría...

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