Editorial - 8 de Enero de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 551803766

Editorial

El ataque a ‘Charlie Hebdo’

Que una caricatura conduzca a la muerte prueba que detrás del fundamentalismo no se encuentra una cultura, ni mucho menos una religión, sino una mentalidad delirante.

Los dos encapuchados armados que dispararon contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo y que fueron capaces de gritar “¡hemos vengado al profeta!” después de asesinar a los principales dibujantes de la publicación por haberse atrevido a caricaturizar a Mahoma y al islam son, sin lugar a dudas, peligrosos fundamentalistas –ángeles exterminadores de un Dios que solo es suyo, que se han concedido a sí mismos el derecho de matar a doce personas para dar una lección, para probar un punto–, pero, sobre todas las cosas, son un par de criminales que deben recibir el castigo que les tiene reservado la ley a quienes resuelven sus diferencias y callan a sus críticos a punta de violencia. Charlie Hebdo, una revista de humor de izquierda que fue creada en 1969 para publicar virulentas sátiras contra los extremistas políticos y religiosos y que desde 1992 cumple 22 años de salir a los quioscos en forma ininterrumpida, ya había sido atacada en noviembre del 2011 y en septiembre del 2012, luego de divulgar una serie de atrevidas parodias del islam y su profeta. Fue claro desde siempre que detrás de los atentados se encontraban –en palabras del difunto Charb, Stéphane Charbonnier, asesinado ayer– “personas estúpidas que traicionan a su propia religión”. Pero nadie imaginó lo que sucedería este miércoles 7 de enero del 2015. La sede de la publicación, en el barrio número 11 de París, es hoy, en las horas más duras del invierno, un poderoso símbolo de que la batalla por la libertad de expresión y por el derecho al humor y a la crítica no ha sido ganada ni en todos los lugares ni en todas las culturas del mundo. Aún a estas alturas del siglo XXI hay cientos de miles de personas en el planeta que no soportan que se rían de lo suyo y que no se resignan a vivir en una sociedad en la que se deban resistir las ofensas sin censurarlas...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR