Editorial - 8 de Marzo de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 560103714

Editorial

Marcha sobre lo fundamental

Entre hoy y mañana se celebran dos hechos que a primera vista pueden no guardar mayor relación, pero que vistos a la luz de la coyuntura actual tienen mucho en común. Uno es la marcha por la vida, convocada por el ex- alcalde Antanas Mockus. El otro es la conmemoración de los 25 años del acuerdo de paz firmado entre el M-19 y el gobierno del presidente Virgilio Barco. Mientras este último recuerda el final de un proceso de paz que desde entonces no falta a la hora de enumerar casos de éxito en esta materia, el otro busca catalizar un nuevo y decisivo paso hacia la paz, cuyo detonante ha de ser el acuerdo entre el Gobierno y las Farc, en La Habana. Bueno es tener presente que la reinserción del grupo que entonces comandaba Carlos Pizarro permitió que soplara un viento esperanzador en momentos que eran muy aciagos para el país. Dicho acuerdo fue muy importante en la génesis de la idea de un nuevo pacto social que debería concretarse en una Constitución más a tono con un país que mucho había cambiado desde 1886. Tal iniciativa, surgida de la sociedad civil, desembocó, impulsada por el movimiento de la séptima papeleta, en la convocatoria, luego de un proceso democrático notable, de la Asamblea Nacional Constituyente y en una carta política que marcó un hito en materia de reconocimiento de derechos y de reconocimiento del carácter diverso y multicultural de una nación. Pero así como a la Constitución del 91 se le reconocieron esa y otras virtudes, entre sus falencias siempre se ha incluido el no haber contado con el respaldo de todos los movimientos que, por entonces, tenían un proyecto político, inclusive aquellos que lo defendían por la vía de las armas. Así, más de dos décadas después, es claro que si bien hubo un momento esperanzador y que la firma de la paz con un grupo guerrillero dio origen a un proceso que derivó en un Estado de derecho más incluyente, la violencia no paró. Otros actores seguían buscando el poder por la vía armada. Hoy, el país avanza hacia un escenario similar, pero mucho más ambicioso. Y es que además de un pacto de paz, se espera que este dé pie a la construcción de unas instituciones y de un Estado en capacidad de darle a cada ciudadano garantías y oportunidades mínimas para que desarrolle su potencial, para que lo básico no le falte. De eso se trata la llamada paz territorial, como se le ha denominado a la aplicación de los eventuales acuerdos. Otra diferencia con lo sucedido en 1990...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR