Editorial. - Vol. 30 Núm. 77, Julio 2020 - Revista Innovar - Libros y Revistas - VLEX 901010756

Editorial.

AutorRodríguez, Víctor Mauricio Castañeda

Este número de Innovar llega a nuestros lectores en un escenario que hace unos meses atrás parecería propio de una historia de ciencia ficción. Se trata de un aislamiento físico prolongado que ha pasado factura en muchos ámbitos de la vida humana, por ejemplo, la economía, el trabajo, la salud mental y la educación. En particular, el covid-19 y las medidas tomadas por la mayor parte de los gobiernos en el mundo para frenar su expansión han llevado a jardines, colegios y universidades por igual a utilizar los espacios virtuales para continuar con el desarrollo de sus planes de estudio, lo que ha obligado a profesores, estudiantes y padres de familia a adaptarse al cambio, aunque cada uno de ellos en diferentes circunstancias y en desigualdad de oportunidades.

El modelo de educación telemático ha dejado en evidencia la falta de preparación por parte de algunos docentes para la virtualidad, así como las carencias materiales de muchos estudiantes y padres de familia. No disponer de un dispositivo electrónico apropiado o una correcta conexión a Internet implica para los estudiantes una alta probabilidad de rezagarse en su proceso de formación, lo que contribuye a ahondar la desigualdad de oportunidades educativas (véase, e. g., Cabrera, 2020).

Por ejemplo, en el contexto colombiano se anticipa un aumento de la deserción y repitencia escolar en la educación primaria y secundaria. En un año "normal", alrededor de 200.000 estudiantes debían repetir un curso, número que seguramente crecerá en las condiciones actuales, en las que se estima que el 62% de los estudiantes no cuentan con una conexión a Internet (Ibargüen, 2020). En relación con la educación terciaria, la Asociación Colombiana de Universidades espera que, para el segundo semestre de 2020, la deserción ronde el 25%, situación que incluso se podría prolongar hasta 2022 (Miranda, 2020).

Un estudiante que no puede asistir a una reunión virtual para aclarar dudas o que debe revisar las lecciones de manera diferida, por no tener a su disposición una conexión estable, pierde la oportunidad de preguntar y profundizar en los temas, lo que hace más probable que pierda un curso. A esto habría que sumar los efectos asociados con la crisis económica, que en especial ha afectado a los hogares más pobres, en buena parte relacionados con la informalidad y la economía de subsistencia. En definitiva, es claro que los índices de repitencia y deserción crecerán, aunque en mayor grado para las clases sociales más vulnerables socioeconómicamente, lo que sugiere efectos a largo plazo en la concentración del ingreso.

Esta coyuntura, en efecto, hace que el futuro del sector educación esté lleno de desafíos y riesgos, lo que en el corto plazo ha implicado una mayor demanda de financiación (Miranda, 2020). Por ejemplo, es esperable que muchos estudiantes universitarios, aun cuando tengan los recursos económicos e incluso gocen de algunos descuentos, decidan no matricularse el próximo semestre porque encuentran que las clases remotas no lo justifican, algo relacionado con una percepción sobre su calidad. Asimismo, la directriz de mantener un distanciamiento de al menos dos metros de distancia entre personas implica una menor oferta de cupos presenciales, de modo que la primera pregunta que surge es ?cómo harán las instituciones para pagar los créditos a los que pueden acceder con garantía del gobierno?

Además de los estudiantes, otro actor poco considerado es el profesorado. Si bien los estudiantes y sus familias han debido hacer grandes esfuerzos para adaptarse al teleestudio, aún en un contexto de desigualdad de oportunidades, los maestros también han tenido que modificar sus prácticas docentes y preparar material extra para seguir cumpliendo con su deberes, a pesar de sus preocupaciones familiares y personales. Preparar clases remotas implica una sobrecarga de trabajo, dependiendo del número de cursos a cargo y las otras actividades académico-administrativas que se desempeñen. Pero a pesar de este esfuerzo, se requiere seguir mejorando en lo que concierne a la docencia remota, en parte por el limitado conocimiento que tienen los profesores en general sobre herramientas informáticas y virtualidad

Lo anterior genera otra pregunta: ?qué estrategias de acompañamiento están implementando las instituciones de educación para capacitar a su profesorado? Me temo que en muchos casos la respuesta es ninguna, lo que es preocupante ante la necesidad de que al menos durante el próximo semestre se tenga que combinar virtualidad con presencialidad. En definitiva, y aun cuando pienso que la educación virtual no sustituye a la presencial, la primera llegó para quedarse por necesidad--en comienzo--y por oportunidad--después de la pandemia--, lo que hace necesario empezar a pensar en estrategias que eviten el deterioro de la calidad de la educación en Colombia, asunto que históricamente se ha relegado en favor de la cobertura.

Ahora bien, en lo que respecta al presente número de Innovar, nos complace poder entregar otros diez artículos y una reseña, que esperamos sean de interés y agrado para nuestros lectores. Los artículos se han organizado en tres secciones, a saber: "Emprendimiento y Gestión Empresarial", "Marketing" y "Estrategia y Organizaciones", la primera sección con dos documentos y las últimas dos con cuatro trabajos cada una.

La sección "Emprendimiento y Gestión Empresarial" inicia con el artículo titulado "Sucessão intergeracional e inovação em empresas familiares: revisão de literatura", que corresponde a un aporte allegado desde Brasil por los profesores Cristina Hillen (adscrita a la Universidade Estadual do Paraná) y Carlos Eduardo Facin Lavarda (adscrito a la Universidade Federal de Santa Catarina). Este trabajo realiza una revisión de la literatura con respecto a la innovación y su relación con la sucesión intergeneracional en las empresas familiares, considerando para ello las publicaciones hasta 2018 en bases de datos como Scopus, Science Direct y Web of Science. Entre los hallazgos del estudio se encuentra que no es clara la asociación entre estos factores por la multiplicidad de aspectos contextuales en juego, de modo que la innovación puede depender más del grado de adaptabilidad familiar o de la proximidad de la familia al negocio.

El segundo artículo de esta sección es provisto por los profesores Gustavo M. Guillemin Franco y Alvaro R. Pedroza Zapatade, ambos adscritos al Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (Jalisco-México), bajo el título "Social Capital and Core Competencies: Enablers Developing Electronic Design Technological Capabilities in Guadalajara, Mexico". Los autores buscan establecer cómo el capital social y algunas competencias básicas han facilitado el desarrollo de capacidades de...

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