Editorial El laberinto de la contratación - 24 de Abril de 2013 - El Tiempo - Noticias - VLEX 433350690

Editorial El laberinto de la contratación

Por desgracia, los escándalos de corrupción son pan de cada día para los colombianos. Buena parte de ellos guardan relación con procesos de contratación poco claros, dirigidos o insuficientemente blindados contra la voracidad de quienes han hecho del erario su fuente de riqueza.

Hoy se puede constatar cómo en torno a las instancias a las que el Estado convoca a los particulares para que le presten servicios han crecido una perversa maraña de viciados intereses y un espeso tráfico de influencias, que nublan procesos cuyo escenario natural debe ser una urna de cristal. En muchos casos, quienes se han especializado en desviar el presupuesto estatal hacia sus arcas han llegado, incluso, a cooptar el Estado mediante sobornos de funcionarios que terminan bajo sus órdenes.

Es un hecho que escándalos como el del llamado 'carrusel' de la contratación en Bogotá, quizás el de mayor impacto, mas no el único, han sembrado una evidente desconfianza entre la opinión hacia este tipo de actuaciones administrativas. La misma que pesa sobre los contratistas, lo que da pie, inclusive, a caricaturizaciones de gran acogida entre un público que suele tener más noticias de los inescrupulosos que de aquellos que cumplen a cabalidad con su tarea.

Todo esto para decir que la radiografía revelada ayer por este diario sobre la forma en que está contratando el sector oficial, según investigación de la Procuraduría, demuestra que no son suficientes los esfuerzos por ahuyentar los fantasmas que la rondan.

Hoy, por lo menos cuatro de los contratos que firman las diferentes dependencias estatales, sean del orden nacional o local, se hacen bajo la modalidad de la contratación directa, o bajo cualquiera de las derivadas de esta, como la selección abreviada, la subasta, la mínima cuantía y los concursos de mérito. Prende las alarmas, por su parte, lo revelado sobre la muy frecuente vinculación de personal por esta vía, en desmedro de la carrera administrativa y sus convocatorias para proveer cargos públicos. Difícil no leer esto en clave clientelar, a no ser que el Estado hoy esté demandando mayores recursos...

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