El efecto contrario - 13 de Enero de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 552395066

El efecto contrario

Unidos contra la barbarie

Sergio Muñoz Bata

Si creyeron que iban a silenciar la libertad de expresión, se equivocaron; si pensaron que iban a intimidar a la gente, erraron; si imaginaron que iban a dividir a los seres humanos, se engañaron. Este miércoles, cuando el semanario satírico Charlie Hebdo salga a la venta en las calles de París, tendrá más lectores que nunca en su historia. En vez de imprimir los 60.000 ejemplares que tradicionalmente imprimían, sus editores han programado una edición de 1 millón de copias. Los lápices de un puñado de hombres libres son armas infinitamente más poderosas que las balas con las que un par de fanáticos intentaron restringir la libertad de expresión. El periódico Liberation les ha cedido espacio en su redacción y Le Monde les ha facilitado las computadoras, las impresoras y los lápices que necesitan. Google, el gobierno francés, samaritanos e inversionistas privados les han dado suficiente dinero para mantener la publicación por tiempo indefinido, y el número de suscriptores se ha multiplicado. Cuentan también con el respaldo de millones de personas. En un hecho sin precedente en la historia, este domingo, en París, la manifestación popular en contra del yihadismo terrorista convocó a más de un millón y medio de personas, incluidos los jefes de Estado de 50 países. En los trágicos sucesos de principios de enero en Francia no hubo un enfrentamiento entre dos civilizaciones, como algunos precipitados se han apresurado a diagnosticar. Lo que hubo fue un acto de barbarie de un trío de salvajes en contra de 17 víctimas inocentes. ¿Cómo puede nadie atribuirles un grado de civilización a tres cretinos que se expresaron a balazos? Los tres fanáticos que sembraron el terror en Francia no representaban a ninguna comunidad civilizada, sino a una banda de asesinos apátridas, que profanan a una religión que no prescribe ningún castigo a quien blasfema. En el Corán no se hace mención de la palabra blasfemia. Los gobiernos musulmanes totalitarios que practican los castigos corporales lo hacen por razones políticas. Hoy, los judíos han proclamado orgullosamente su judaísmo y los musulmanes han exigido a los bárbaros...

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