Tarascada nicaragüense - 30 de Abril de 2012 - El Tiempo - Noticias - VLEX 367340446

Tarascada nicaragüense

Desde la Embajada en Washington (1980 -1981) nos correspondió impulsar ante el senado de Estados Unidos, en su última etapa, la ratificación del Tratado Vásquez-Saccio (1972), destinado a dar término al statu quo establecido en el Canje de Notas Olaya- Kellogg (1928).

Con esta confirmación se reconoció la soberanía de Colombia sobre los cayos de Roncador, Quitasueño y Serrana. Como ha sido de usanza dentro de nuestro provincianismo ancestral, esta gran noticia fue subestimada en el mundillo político.

Difícil haber imaginado, en ese entonces (1981), que con el transcurso de pocos años unos presidentes nicaragüenses acudirían otra vez al recurso de inventarse un enemigo externo y, sin importarles los costos, exacerbarían impúdicamente el nacionalismo de sus compatriotas sembrándoles expectativas ilusas, en contravía con los principios básicos del Derecho Internacional.

Una tarascada política con la pretensión de hacer olvidar a su pueblo la crisis múltiple que hoy sigue padeciendo.

Obró bien nuestra Cancillería cuando declaró que la Corte Internacional de Justicia de la Haya no era competente para resolver la demanda interpuesta por Nicaragua, en su absurda pretensión de redefinir la soberanía y jurisdicción sobre el Archipiélago de San Andrés y Providencia. Entre otras razones:

  1. El Pacto de Bogotá ( 1948), en su Artículo 6, refiriéndose a los procedimientos de solución pacífica afirma: que estos no podrán aplicarse a los asuntos ya resueltos por 'Acuerdos o Tratados' vigentes a la firma de ese instrumento.

  2. La reserva dejada por Colombia en 1937, al aceptar la jurisdicción obligatoria de la Corte Institucional Judicial, según la cual esta carece de...

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