¿Cuál es el misterio de la leche cruda? - 12 de Marzo de 2011 - El Tiempo - Noticias - VLEX 258737134

¿Cuál es el misterio de la leche cruda?

Un Renault 4 pita dos veces frente a una casa en el sur de Bogotá.

Allí, ya todos saben que llegó la leche fresca de la mañana y salen con sus vasijas a saludar a Juan Carrillo, un 'jarreador' que recorre los barrios Claret, Inglés y El Carmen, vendiendo leche cruda.

Con este oficio, Juan lleva 30 años sosteniendo a su familia. No obstante, hace pocos días temió ante la posibilidad de quedarse sin su único sustento, cuando el Gobierno nacional quiso poner en marcha el decreto que prohíbe la venta de leche cruda en el país.

Por eso, participó en la marcha convocada para el pasado miércoles, a la que asistieron 7 mil lecheros y tras la cual se logró que el decreto no entrara en vigencia. Así como él, ellos no entienden por qué se quiere acabar con una tradición que muchos de sus más fieles clientes defienden.

Entre ellos esta Ligia de Triana, una abuelita que asegura haber criado a sus hijos, nietos y bisnietos con la leche que vende Carrillo. "Toda la vida, la leche cruda ha sido el alimento de mi familia. Me gusta porque es cremosita y nutre más. Con ella también hago mantequilla. El día en que la prohíban yo no sé qué voy a hacer", aseguró.

Y para que su leche sea la mejor, Juan procura que en sus cantinas, se mantenga la mayor limpieza posible. De hecho, se siente orgulloso de pasar todos los controles de calidad que le ha realizado la Secretaría de Salud. "Yo me preocupo por que mi leche sea higiénica y siempre le recomiendo a la gente que la hierva bien". Esas cantinas, rebosantes de espuma, se van desocupando con las cerca de 80 paradas que hace este popular lechero en las casas de sus clientes, quienes compran entre una y tres botellas. Para ellos, el hecho de que la leche no esté pasteurizada no es un problema porque sus estufas se encargan de todo y tienen la certeza de que no es como "la costosa leche revuelta con agua", que compran en las tiendas del barrio.

Juan recuerda que hace 30 años, la botella valía 12 pesos y que no existía la leche en bolsa. "En cambio, había expendios a donde la gente llegaba muy temprano para comprar la cantidad que quería. Luego, se implementó el servicio a domicilio y eso revolucionó el negocio, porque la gente prefería esperar la leche en su casa", relata Carrillo...

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