¿Qué es la neurocreatividad?
| Autor | Edimer Gutiérrez Tobar |
| Páginas | 19-38 |
19
Capítulo 1
¿Qué es la neurocreatividad?
Por considerarlo de vital importancia, se inicia este capítulo con el plantea-
miento del conocido médico argentino Facundo Manes, quien arma que: “El
cerebro humano es la estructura más compleja en el Universo. Tanto, que se pro-
pone el desafío de entenderse a sí mismo. El cerebro dicta toda nuestra actividad
mental –desde procesos inconscientes, como respirar, hasta los pensamientos lo-
sócos más elaborados– y contiene más neuronas que las estrellas existentes en la
galaxia”1. Desde tiempos remotos, nuestro cerebro ha estado evolucionando,
convirtiéndose cada día en más complejo, más fuerte y más lleno de enigmas;
hoy se sabe que, desde que aparecieron nuestros primeros ancestros, el cere-
bro solo tenía 515 cm³, pero a pesar de su tamaño relativamente pequeño, el
hombre de aquella época ya lo utilizaba para actividades tan complejas como
son el dibujo, la escultura, los sentimientos religiosos o la fabricación de herra-
mientas. Somos la única especie en el planeta que expresamos el arte, somos
los únicos capaces de hablar, escribir y plantearse preguntas. Con el paso del
tiempo, el cerebro ha estado aumentando de tamaño; se sabe que con la apa-
rición del primer Homo erectus, este poseía un cerebro de 1.000 gramos, hasta
1 Manes, F. y Mateo N. (2014). Usar el cerebro. Conocer nuestra mente para vivir mejor. Buenos Aires,
Planeta/Del Zorzal.
NEUROCREATIVIDAD EN LA EMPRESA - EDIMER GUTIÉRREZ TOBAR
20
que nalmente aparece el primer Homo sapiens, quien ya poseía un cerebro
con el tamaño de 1.330 gramos. Este desarrollo ha llegado a tal punto que el
cuerpo de la madre resultó incapaz de sostener ese nivel de crecimiento; ahora
es necesario esperar veinticinco años para que un ser humano alcance su ma-
durez total del cerebro.
“Nuestro cerebro es único en el
Universo...
Intenta el desafío de entenderse
a sí mismo”… F. Manes
A pesar del tamaño que ha alcanzado a través de la evolución, esto no ex-
plica por sí solo las habilidades mentales de nuestra especie. También es im-
portante su estructura, organización y conexiones existentes. Para analizar
esto, es importante analizar la vida y obra de personajes como Albert Eins-
tein, quien tuvo una de las mentes más brillantes de todo el planeta. Ante
este fenómeno, se puede preguntar cómo pudo haber sido tan creativo para
concebir la teoría de la relatividad y otros aportes cientícos impresionantes.
Al morir Einstein en 1955, su cerebro fue objeto de múltiples investigacio-
nes. Para este propósito, fue necesario diseccionarlo en 240 bloques; luego
estos bloques se convirtieron en 2.000 piezas, las cuales han tenido que ser
analizadas bajo el telescopio por muchos cientícos alrededor del mundo.
De todas estas observaciones, se pudo establecer que el cerebro de este ge-
nio tenía una gran densidad y una mayor proporción de células “gliales”, las
cuales rodean las neuronas, proporcionándoles mayor sostén histosiológi-
co. Hace poco, un laboratorio logró detectar que este cerebro tenía mayor
abundancia de surcos y circunvoluciones, aunque su peso era comparable
con cualquier cerebro humano. La apariencia del mismo daba la impresión
de pertenecer a una persona de treinta años.
La historia de las neurociencias nos enseña que en el pasado se creía que otras par-
tes del cuerpo humano eran las responsables de ser el centro de los pensamientos
o sentimientos. Por ejemplo, en el Egipto antiguo se pensaba que el corazón era
el lugar donde se llevaban a cabo los pensamientos. Un siglo después, aparece el
lósofo Platón, quien no dudó en señalar al cerebro como el “centro del alma”, ar-
mando que “el cerebro era el divino órgano”, teniendo en cuenta que este órgano,
al estar en la cabeza, era la parte del cuerpo que estaba más cerca de los cielos. Por
su parte, Hipócrates, quien vivió en la antigua Grecia, pensaba que el cerebro era
el responsable del intelecto, los sentidos, el conocimiento y las emociones.
Para continuar leyendo
Solicita tu prueba