Esbozo de tragicomedia - 19 de Mayo de 2020 - El Tiempo - Noticias - VLEX 844598579

Esbozo de tragicomedia

Quien no es comunista a los veinte años no tiene corazón, pero el que sigue siéndolo a los cincuenta carece de cerebro. La frase se le atribuye a Churchill, a un presidente norteamericano y a Alberto Lleras. Lo que amerita su inclusión en la enciclopedia de Perogrullo. Que no tiene pero, con pero y todo. Hay otra, que acabo de leer en Sartre pero que con variaciones he oído que les endilgan a Gandhi y a John F. Kennedy: la que dice que cuando los mejores callan el silencio lo llena la charla de los imbéciles. Yo fui entre los nadaístas el más inclinado a fantasear con el embeleco de la revolución porque soy el más joven. Y fui el único que quiso amalgamar el vacío espiritual del cocacolo con la racionalidad hegeliana del marxismo. Lo cual me llevó a dedicar a los guerrilleros versos entusiastas, a escribir insultos contra las panzas de los ricos, diatribas contra el establecimiento y parodias de los poemas de Mao. Con unas pocas ideas y muchas confusiones redacté montones de manifiestos solitarios publicados al mimeógrafo, que yo mismo repartía por las calles y a veces reproducían los periódicos. Soberbios galimatías en ocasiones, porque el odio al capitalismo incluyó el desprecio de la preceptiva, y la lucha por el despropósito perfecto que erosionara la lógica engañosa del orden. Yo hice leer a Gonzalo Arango los Manuscritos del 44, del joven Marx, para rescatarlo del jipismo anglicano de su novia que hallaba aburrido a Shakespeare y suspiraba con Jesucristo superestrella. Por el espíritu evangélico aprendido en el seminario de la niñez, devoré los textos de los refundadores del espejismo arcaico de la comunidad de los bienes. A más de los de Marx los de Kropotkin, Lenin, Fourier, Trotski y Gramsci, para adoctrinar a mis amigos. Y tanto me sedujo la fantasía que me puse a estudiar ruso pensando que era la lengua del futuro porque el mundo sería comunista o no sería, pues el capitalismo estaba condenado por la acumulación anal, que fue la forma que adoptó el pecado original en la teoría. Además, se puso de moda una rara síntesis de Freud y Marx cultivada por...

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