Escándalo por una insólita trampa: ¡jaque al ajedrez! - 9 de Octubre de 2022 - El Tiempo - Noticias - VLEX 912268519

Escándalo por una insólita trampa: ¡jaque al ajedrez!

Pablo romero - el tiempo @PabloRomeroETUn jugador que como alfil se desliza reiterada y sospechosamente en diagonal al baño. Miradas nerviosas entre cómplices, como si de dos peones tramando se tratara. El jugador que como rey vigila bajo su corona sus dominios: su tablero y un tablero ajeno, virtual. Y aquel que como caballo brinca en ele por extraños estímulos. El ajedrez, ese deporte que derrocha inteligencia y silencio sobre un tablero, grita, acorralado por el escándalo de la patraña, por la vulgar artimaña. Es un ajedrez cercado entre alfil y reina: el rey está en jaque. Pocas veces el ajedrez ocupa tanta atención más allá de los círculos especializados, pero es que esta vez el tablero de blancas y negras arde, es un territorio de controversia, desde que el Gran Maestro Magnus Carlsen, noruego, campeón del mundo hasta cinco veces consecutivas, se retirara tras perder una partida contra otro Gran Maestro, el estadounidense Hans Niemann, de 19 años, en la Copa Sinquefield, en San Luis (EE. UU.). Su retiro, que se dio en la tercera ronda, no fue aparente cobardía, fue aparente indignación. Magnus, quien no había perdido en sus 53 partidas anteriores, no se explicó su derrota; volvió a enfrentar a Niemann una semana después, y le bastó un movimiento para comprobar sus sospechas: volvió a abandonar, en el Champions Chess Tour. Entonces, Magnus hizo una jugada temeraria: acusó a Niemann de hacer trampas, sin precisar cuáles ni cómo. Y todo estalló. El tablero se manchó. Mil hipótesis se han tejido para descifrar la supuesta trampa de Niemann. Lo más inaudito fue la versión de que habría usado bolas anales con vibración inalámbrica: "¿bolas qué?". "¿Cómo es posible?", se preguntaron con rubor en la comunidad ajedrecística. Los expertos intentan explicar por qué es una patraña infundada, pero hay quienes la creen. Incluso hay empresas y tutoriales que se han dedicado a exponer que sí es posible, ¿cómo?: las esferas son juguetes sexuales ubicadas en un lugar no detectable a la vista ni a los sensores, que le permitirían al tramposo comunicarse con su equipo a distancia. Un cómplice simula los movimientos de la partida en un ordenador y a través de vibraciones avisa jugadas sugeridas: ¡vibración!, y el peón de e2 a e4, ¡vibracion!, y el caballo a f3, un sistema de códigos vibratorios para la trampa. Y de eso acusan a Niemann, quizá por antecedentes, ya que confesó hacer trampas -otras tramas- hasta los 16 años. Pero ¿por qué la teoría de las...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR