Espuma de los acontecimientos - 5 de Junio de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 513864646

Espuma de los acontecimientos

El rey que se va y la democracia que deja

Abdón Espinosa Valderrama

La abdicación del rey Juan Carlos de España en favor de su hijo Felipe, príncipe de Asturias, ha despertado el recuerdo de su obra de facilitación del tránsito tranquilo de la tiranía larga, opresora y oscurantista del generalísimo Francisco Franco, a la democracia abierta a las corrientes del progreso, con garantías y derechos individuales y sociales, sujeta a la Constitución que la nación misma se dio. Por haber sido testigo quien escribe estas líneas de buena parte del proceso de cambio y consolidación de las nuevas instituciones, recuerdos imborrables se me agolpan en la memoria. El primero de todos, la jura de la nueva Carta Magna, tan diáfana en la consagración de los principios fundamentales del sistema democrático, de sus derechos y deberes. Atrás quedaba el recuerdo amargo de la cruenta guerra civil, no menos que el hermetismo despótico del régimen y las penurias impuestas o los atrasos en todos los órdenes. Como lo había predicado el último de los presidentes republicanos, don Manuel Azaña, en memorable discurso, cabía suponer que “cuando la antorcha pasara a otras manos y volvieran a enfurecerse los ánimos”, sacaran “la lección de la musa del escarmiento el mayor bien posible y recibieran, de quienes ya no tenían vida ni rencor, el mensaje de la patria eterna a todos sus hijos: Paz, Piedad y Perdón”. Era emocionante ver cómo bajo la inspiración y la guía del Monarca, en asocio del presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y los propios jefes de la oposición, Felipe González, del PSOE, y el mismo Santiago Carrillo, comunista repatriado contra viento y marea, del seno de las cortes, o sea del Congreso en nuestra terminología, iban saliendo las piezas fundamentales de las nuevas instituciones en los diversos campos. Junto a la creación original de derechos, nunca faltó, por supuesto, el aliento de su propia historia. Quién podía imaginar que en las primeras elecciones de diputados y senadores la mayor votación para el Senado en Madrid la hubiera obtenido don José Prat, exiliado en Colombia durante 40 años, pero presente en la memoria de su partido, el Socialista Obrero Español, el cual lo...

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