El exsoldado amputado que renació como Mochomán - 30 de Mayo de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 868528869

El exsoldado amputado que renació como Mochomán

Sonia Perilla santamaría - REDACCIÓN VIDA EL TIEMPO@soniaperillaPor asuntos de la guerra, a Juan José Florián, siendo soldado, le enseñaron en el Ejército a desconfiar de todo. A dudar de las personas, a no recibirles nada, a no tocar cosas ni a moverlas, a andar a campo traviesa, jamás por caminos o carreteras, porque el peligro, el mismo que lo persiguió y acosó -a él y a su familia- durante toda la vida, acechaba siempre. Por eso durante años lo atormentó la ligereza, el descuido al que quizá lo llevó esa falsa sensación de seguridad que estaba sintiendo durante esas vacaciones de hace once años en su casa de Granada, en el Meta. "Las Farc nos dejaron una bomba en el jardín. Yo salí y vi la bolsa ahí, con la esquinita del ojo, y caminé hacia ella… la moví, seguramente la apreté, no recuerdo bien cómo se accionó. Pero explotó. Y me voló los brazos, me voló la pierna derecha, acabó con la visión de mi ojo derecho, me estalló los oídos, me rasgó, me quemó...". Pero no lo mató. E increíblemente ni siquiera lo sumió en la inconsciencia. Por eso recuerda haberse visto destrozado y haberle suplicado a gritos a su hermano mayor que le pegara un tiro, porque no quería vivir así. Rogó con todas sus fuerzas acabar de morirse. Suplicó. Pero su cuerpo aguantó el tiempo suficiente para que él empezara a cambiar de idea, para que pensara que si lograba llegar al hospital de Granada, se salvaría. En la cama de urgencias, mientras los médicos movían cielo y tierra para estabilizarlo, sus pensamientos iban de un episodio a otro de su vida, de su infancia que comenzó en Puerto Berrío, Antioquia, pero que transcurrió casi toda en una finca entre Granada y Lejanías. Él, cuarto de ocho hermanos, estudió la primaria y parte del bachillerato en una escuela a 2 kilómetros de su casa. E intentó ser feliz a pesar del miedo de vivir en una zona con presencia de paramilitares y dominada por unas Farc que intimidaban, reclutaban e imponían todas las normas a su antojo. "Por eso, tal vez, desde muy niño soñé con ser soldado; para mí los soldados fueron y serán siempre mis salvadores, porque me daban tranquilidad, confianza en medio de esa región tan golpeada por el conflicto armado. Cuando llegaba la Fuerza Pública, las Farc se retiraban, los paramilitares no asomaban, entonces podíamos salir a jugar a los potreros hasta bien tarde con mis hermanos". Tan pronto tuvo la edad, su hermano mayor se fue a prestar servicio militar. Y ahí empezó otro calvario. Juan José...

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