Feria del Libro - 21 de Abril de 2023 - El Tiempo - Noticias - VLEX 929326331

Feria del Libro

‘Nuestros principales enemigos son nuestras comodidades’CARLOS RESTREPO - CULTURA - EL TIEMPO @CulturaET"Quiso estudiar el Etna y el Vesubio, pero el destino le dio el Teide y el Chimborazo; solo quería ir a México y a Perú, pero el destino lo arrojó a Venezuela y a la Nueva Granada; buscaba otros ríos, pero el destino le ofreció el Orinoco y el Magdalena; pensó estudiar los Andes solo en el Perú, y el destino se los dio en la Nueva Granada, donde está toda la vegetación equinoccial, la más diversa y compleja, y allí lo proyectó". Así describe el escritor William Ospina lo que fue la increíble aventura y expedición por América del científico Alexander von Humboldt, que inspira su nueva novela Pondré mi oído en la piedra hasta que hable, que presenta en esta Feria del Libro de Bogotá. El autor llevaba muchos años "soñando" escribir la vida de Humboldt, y luego de ponerle punto final tuvo una epifanía en su corazón. "Ahora sé —dice— que era un libro sobre mi asombro creciente por el mundo en que nací. Verlo a través de los ojos de alguien venido de tan lejos me ayudaba a sentir su extrañeza, a percibir mejor lo bello y lo misterioso que nos oculta la costumbre". Desde sus primeras lecturas juveniles sobre la expedición del científico alemán y su compañero de viaje Bonpland, Ospina había creado ya una especie de película inolvidables en su cabeza. "Siempre vi en mi imaginación ese par de hombres recorriendo las montañas, navegando por ríos inmensos, cruzando selvas, seguidos por una caravana de mulas o bueyes cargados de instrumentos, la ciencia hecha aventura, orillando el peligro, no solo el amor por el riesgo sino el riesgo de amar, el vértigo de conocer", explica. Sin embargo, el desafío literario de contar la vida de Humboldt como él la soñaba no era fácil. Cuando ya llevaba una primera versión de la novela, con 250 páginas, el autor comprendió "que por ese camino no lograría salir al otro lado, que me iba a perder en una selva de palabras y de datos". Entonces, comenzó de nuevo. Se propuso encontrar la manera de ir hilvanando fragmentos dispersos y de tratar de convertir a Humboldt en el hilo que uniera tantas preguntas sobre su prolífica vida. Hasta que lo consiguió. En la novela, como anota Ospina, "hay capítulos de piedras, de vientos y corrientes marinas; uno sobre el mar, otro sobre los ríos, sobre las plantas, sobre los pájaros, sobre los pueblos nativos, la política, la arqueología, y el desafío fue tratar de conseguir que no se pierda el sabor de la aventura, la intensidad física de los hechos". Tenía claro que ante todo, la novela tenía que ser una viaje. "Algo arriesgado, asfixiante, sudoroso, que pica y que duele, que en un momento...

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