El fin de la alianza de las Farc con el ‘parche de Zuley’ - 1 de Mayo de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 508927922

El fin de la alianza de las Farc con el ‘parche de Zuley’

José Gregorio Pérez Especial para EL TIEMPO “Nos vamos, ajusten sus armas y hay que estar pilas de aquí hasta el pueblo”. La voz de Diego Tabárez Marín tronó el 15 de diciembre de 2013, a la una de la de la madrugada, en los oídos de los 12 hombres que vestían uniforme camuflado y portaban fusiles Galil. El jefe de la banda, conocida como el ‘parche de Zuley’ –integrada por delincuentes comunes y guerrilleros de la columna Teófilo Forero y el Sexto frente de las Farc–, subió a la camioneta que lo esperaba, junto con otros tres vehículos, en zona rural de Santander de Quilichao (Cauca). “Vamos por eso. Ahora nada nos detiene, jefe”, dijo Luis Alberto Mora, alias el ‘Gato’, lugarteniente de Hernán Darío Velásquez Saldarriaga, alias el ‘Paisa’, jefe de la Teófilo Forero, mientras se acomodaba adelante, en el asiento del pasajero. Velásquez y Tabárez integraron una compañía armada para cometer atentados terroristas, secuestros y asaltos a carros de valores, en el sur del Valle del Cauca y norte del Cauca. Una alianza criminal de delincuencia común y guerrilla, en la que el ‘Paisa’ aportó 300 millones de pesos para “operaciones especiales”. El jefe guerrillero quiso aprovechar la experiencia logística del ‘parche’ para crear su propio outsourcing (prestación externa de servicios) y borrar el rastro de las Farc en actividades terroristas. Después de que la Fiscalía abrió un proceso penal contra Tabárez, al sindicarlo como autor intelectual y material del atentado contra el exministro Fernando Londoño, el 15 de mayo de 2012 en Bogotá, el jefe del ‘parche’ se refugió en las montañas del Cauca, al amparo del Sexto frente. Varios guerrilleros que lo acompañaban llegaron en comisión del Caquetá hasta el Cauca, para preparar un nuevo golpe en Santander de Quilichao. Algunos de ellos habían participado en el secuestro y asesinato del gobernador de Caquetá, Luis Francisco Cuéllar, en diciembre de 2009. “Diego Tabárez tenía un centro de operaciones en Tacueyó y vivía protegido por Arley Medina Prado, alias ‘Jaimito’, jefe del Sexto frente. Preparaba secuestros y extorsiones, como el del ciudadano español Sergio Muñiz Brioso, en el 2013. Por orden del ‘Paisa’, Tabárez lo secuestró y lo mantuvo cautivo dos meses. Por su liberación exigió 500 millones de pesos”, asegura el oficial de policía que le siguió los pasos a lo largo de tres años. Tabárez aprendió a fabricar bombas lapa con manuales del Sexto frente y se perfeccionó en un curso impartido a 16...

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