El final de un paraíso - 9 de Octubre de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 538211746

El final de un paraíso

Para la gran mayoría de los colombianos, el hecho de que el Ministerio de Hacienda haya expedido un decreto con el cual actualiza la lista de países, jurisdicciones, dominios, Estados asociados o territorios que considera paraísos fiscales, es algo que les resulta ajeno. Al fin de cuentas, la proporción de la población que tiene capacidad de ahorro es minoritaria y es más reducido aún el grupo de quienes pueden colocar dinero en el exterior. Sin embargo, aquellos que han decidido tener parte de su fortuna en el extranjero, indudablemente han tomado nota. Y también lo hizo el Gobierno de Panamá, que ayer reaccionó con cajas destempladas al que consideró un gesto inamistoso por parte de Bogotá, a pesar de que este no es un tema nuevo. La diferencia es que en el pasado habían pesado más las consideraciones diplomáticas que las económicas, dados los vínculos históricos que nos unen con el istmo. Pero desde un tiempo para acá las segundas empezaron a imponerse, por cuenta de la necesidad de torcerle el cuello a la evasión tributaria en Colombia que, de acuerdo con diversos estimativos, se acercaría a los 50 billones de pesos anuales. El requisito de apretar torniquetes forma parte de una tendencia mundial. Después de la crisis financiera del 2008 y ante la necesidad de aumentar sus recursos fiscales, las naciones más desarrolladas han venido ejerciendo presión para perseguir a los capitales que no han sido declarados en sus lugares de origen. El liderazgo en ese campo lo tomó Estados Unidos, que en el 2010 expidió la Ley de Cumplimiento Tributario de Cuentas Extranjeras –más conocida como Fatca– que obliga a las entidades financieras de todo el mundo a informar sobre los depósitos que tengan los nacionales del país del norte. Y en el seno de la Ocde, han surgido iniciativas que se han traducido en estrategias concretas y acciones coordinadas. Por cuenta de esa situación, Panamá se ha visto obligado a suscribir acuerdos bilaterales de intercambio de información con más de una docena de naciones e incluso a comprometerse con cambios internos en su legislación. Por ejemplo, el próximo año debería acabarse la posibilidad de establecer sociedades con acciones al portador, que hacen difícil determinar quién o...

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