El final feliz de los 33 leones ‘suramericanos’
Ambiente
Félix Leonardo Quintero Corresponsal de EL TIEMPO Bucaramanga. Probablemente cuando usted comience a leer esta historia los leones Shakira, Irón, Easy, Ojiclaro, Junior, Bumba, Bolillo, Barbie y Zeus, el líder de la pequeña manada, estén dando sus primeros pasos en Sudáfrica, país al que debían llegar en las últimas horas tras ser incautados a un circo en Santander y viajar kilómetros para llegar a la tierra de sus ancestros. Aunque la historia tiene, por ahora, un final feliz digno para una película, por la operación sin precedentes que desde el jueves pasado se dispuso para el traslado en avión, la sufrida vida de los leones en Colombia no fue precisamente un cuento de niños. En julio del 2014, una llamada telefónica de una alumna de Orlando Beltrán, presidente de la Asociación Defensora de Animales y Medio Ambiente (Adan), alertó al ambientalista sobre el mal estado en que se encontraban los animales que eran usados en espectáculos del circo, el cual, paradójicamente, tenía el nombre de África. “La joven me dijo que, al parecer, les habían ofrecido a taxistas de Puente Nacional y Barbosa (Santander) 20.000 pesos por cada perro que llevaran para alimentar a los felinos”, recordó Beltrán. Tras pernoctar varios días en esos dos municipios, el circo se trasladó a Piedecuesta, donde el 5 de julio Beltrán, en compañía de la Policía Ambiental y funcionarios del Área Metropolitana de Bucaramanga (AMB), constataron las deficientes condiciones en que se encontraban los leones que habían sido adquiridos en Ecuador, donde nacieron en cautiverio, y que tenían edades entre los 7 y 12 años. “Estaban muy flacos en jaulas muy pequeñas y sucias, de las que colgaban las vísceras de los pollos con los que los alimentaban, y las tablas del piso estaban reventadas. A algunos les faltaban dientes y partes de sus garras. Fue una escena desgarradora y muy triste”, agregó el ambientalista con la voz entrecortada. Al constatar la pésima situación de los animales el AMB, que se estrenaba como autoridad ambiental urbana, ordenó el decomiso de los leones, pero como no tenía un espacio para su ubicación, les pidió a los dueños del circo mejorar sus condiciones y mantenerlos como secuestre depositario, mientras se reubicaban. Dos días después del operativo, el circo partió de Piedecuesta y dejó a los leones en la cancha de fútbol de un barrio popular al cuidado de una persona. Allí, expuestos al sol y la lluvia, los animales permanecieron una semana. Los...
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