Gaceta del Congreso del 16-09-2005 - Número 633PSDPL (Contenido completo) - 16 de Septiembre de 2005 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 766822233

Gaceta del Congreso del 16-09-2005 - Número 633PSDPL (Contenido completo)

Fecha de publicación16 Septiembre 2005
Número de Gaceta633
GACETA DEL CONGRESO 633 Viernes 16 de septiembre de 2005 Página 1
IMPRENTA NACIONAL DE COLOMBIA
www.imprenta.gov.co
SENADO Y CAMARA
G A C E T A D E L C O N G R E S O
AÑO XIV - Nº 633 Bogotá, D. C., viernes 16 de septiembre de 2005 EDICION DE 20 PAGINAS
DIRECTORES:
REPUBLICA DE COLOMBIA
P O N E N C I A S
I S S N 0 1 2 3 - 9 0 6 6
RAMA LEGISLATIVA DEL PODER PUBLICO
C A M A R A D E R E P R E S E N T A N T E
S
EMILIO RAMON OTERO DAJUD
SECRETARIO GENERAL DEL SENADO
www.secretariasenado.gov.co
ANGELINO LIZCANO RIVERA
SECRETARIO GENERAL DE LA CAMARA
www.camara.gov.co
PONENCIA PARA SEGUNDO DEBATE AL PROYECTO
DE LEY NUMERO 029 DE 2004
CAMARA
por medio de la cual se reconocen las tradiciones culturales
de las etnias del departamento del Amazonas y se dictan otras
disposiciones.
Por encargo que me hiciese la Mesa Directiva de la Comisión
Cuarta Constitucional Permanente de la honorable Cámara de
Representantes me permito presentar ponencia positiva al Proyecto
de ley número 029 de 2004 Cámara, por medio de la cual se reconocen
las tradiciones culturales de las etnias del departamento del Amazonas
y se dictan otras disposiciones.
Contenido del proyecto
Artículo 1º. Quedará así: Se reconocen las tradiciones culturales
de las etnias del departamento del Amazonas simbolizadas en tres
regiones de acuerdo con el predominio lingüístico: Región del norte
del Caquetá (Mirití-Paraná), con predominio Tukano Oriental, región
del bajo Caquetá-Putumayo, con predominio huitoto, región del
Trapecio Amazónico, con predominio Ticuna. Con el fin de recuperar,
mantener y proyectar el patrimonio cultural en función de las propias
necesidades de las etnias cuyas tradiciones culturales se representan
en:
a) Usos, tradiciones y costumbres de las comunidades que se
encuentran establecidas en el departamento del Amazonas;
b) Plantas de uso tradicional: De uso ceremonial, de uso alimenticio
y de fines científicos;
c) Lugares tradicionales de reunión, malocas y sitios considerados
sagrados por las comunidades;
d) Instituciones tradicionales relacionadas con la vida espiritual, la
tradición y el conocimiento.
Artículo 2º. Quedará así: Con la finalidad de proteger, fomentar,
conservar, las costumbres, usos y tradiciones de los pueblos indígenas
del departamento del Amazonas, destínese anualmente a cargo del
Presupuesto General de la Nación y a través de los planes de vida de
las comunidades indígenas la suma de setecientos millones de pesos
para reconstrucción, mantenimiento de la maloca en las siguientes
etnias: Andoke, Barasana, Bora, Cocama, Inga, Karijona, Kawirayi,
Kubeo, Letuama, Makuna, Matapi, Mirana, Muiname, Nonuya,
Ocaima, Tanimuka, Tariano, Tikuna, Huitoto, Yagua, Yauna, Yakuna,
Yuri.
Asignación que se destinará de manera proporcional en concordancia
con el número de habitantes por resguardo indígena, en sumas no
inferiores a veinticinco millones de pesos y no superiores a 40 millones
de pesos.
Importancia del proyecto
La población de la Amazonia, en general, está compuesta por dos
estructuras étnicas bien definidas y con valores diferentes: La población
nativa, integrada por indígenas de diferentes grupos (el departamento
del Amazonas cuenta con 24 resguardos indígenas dentro de los cuales
existen 22 etnias), y la población foránea, constituida por blancos, que
en su mayoría son colonos. Población que trae consigo la preocupante
expansión de la frontera agrícola, la cual termina en poco tiempo como
frontera agropecuaria de tipo extensivo con la fatal liquidación de la
selva tropical. Pero este no es el único problema que trae la colonización
y la cultura occidental al territorio del departamento y a los lugares
habitados tradicionalmente por las comunidades indígenas, se puede
contar también con:
• Caza y comercialización de pieles que colocan en peligro a las
poblaciones naturales. Un ejemplo importante de esto es la explotación
intensiva de peces ornamentales para la exportación, especialmente de
Chalceus macrolepidotus (arari), Exodon paradoxus (dos puntos),
Aphyocharax erythrurus (coll rojo), Anostomus taeniatus (lisa),
Apistogramma ramirezi (mojarra azul).
• La colonización a lo largo de los ríos trae consigo la destrucción
de los hábitats ribereños y la caza intensiva de la fauna silvestre por
parte de los colonos que asedian especies como: Tayassu pecari
(cerdos de monte); Tayassu tajacu (cerdillos); Hydrochaeris hydrocheris
(chigüiro); Tapirus terrestris (danta); Chelus fimbriatus (matamata),
de la cual se comercian los juveniles como animales de acuario.
• La destrucción del bosque a través de la tala indiscriminada lleva
al desvanecimiento de grandes fuentes potenciales de alimento y
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principios farmacéuticos nuevos (más del 70% de las plantas conocidas
que producen compuestos anticancerígenos son tropicales), al igual
que de productos químicos para la industria, tales como pesticidas
naturales.
• Diversos estudios de etnoecología han destacado el gran potencial
que ofrece el conocimiento indígena del medio ambiente aplicado a
proyectos de agroforestación sostenible en bosques tropicales. Sin
embargo, el aprovechamiento del conocimiento indígena no está
exento de riesgos, como el de la llamada biopiratería. Empresas
transnacionales del sector alimentario o farmacológico, aprovechándose
de la legislación de países como Estados Unidos, que permite patentar
formas de vida, han emprendido un expolio sistemático del
conocimiento filogenético indígena de los bosques tropicales, ante lo
cual se ha apuntado la necesidad de reconocer de alguna manera los
derechos de propiedad intelectual de dichos pueblos.
• La mayor parte del territorio está protegida por la Reserva Forestal
de la Amazonia, establecida por la Ley 2ª de 1959, y por parques
nacionales naturales. De la Reserva Forestal del departamento, con un
total de 2.328.814 hectáreas originalmente declaradas, han sido
sustraídas 67.321. La ocupación del territorio está marcada por las
áreas de reserva forestal que corresponden a 2.328.814 hectáreas, los
parques naturales Amacayacu y Cahunari, con un área de 824.975
hectáreas, los 25 resguardos indígenas que poseen una extensión
territorial de 8.233.893 hectáreas que representan el 77% del total
departamental.
La devastación de la selva comienza en el momento que la
colonización comienza a ser sinónimo de destrucción y extracción
como fuente de riqueza; diferente a la concepción y tradición indígena
de respeto, protección de la tierra y de su patrimonio natural. Para los
pueblos indígenas existe un equilibrio que se debe respetar para no
causar daño a la tierra y por ende al hombre mismo. Esto se refleja en
las tradiciones, concepciones y rituales de cada grupo étnico en la
tradición de los pueblos indígenas los ritos restituyen el equilibrio del
mundo.
En el departamento las comunidades indígenas presentan un cambio
cultural acelerado en las zonas donde se tiene mayor contacto con los
centros de colonización, produciendo el abandono de prácticas
productivas tradicionales lo que ha generado en la actualidad problemas
como la desnutrición; otro cambio relevante se observa en el campo
cultural y tradicional con la adopción de la vivienda unifamiliar y
abandono de la maloka, en lo que corresponde al campo de la salud se
han desarrollado nuevas patologías (tuberculosis, sarampión,
enfermedades de transmisión sexual). Los sistemas tradicionales de
los pueblos indígenas parten de una concepción integral de la salud y
la enfermedad. El sistema de restricciones constituye en la práctica un
sistema de manejo del medio ambiente y de los recursos biológicos, en
el que el chaman administra la demanda ambiental y regula el tamaño
del grupo y su permanencia en un lugar.
Los pueblos indígenas del Amazonas viven en organizaciones
jerárquicas, repartidas en clanes y linajes patrilineales (compuesto por
el jefe, sus parientes y sus respectivas familias nucleares) de carácter
exogámico. Las etnias del Amazonas tienen diferencias culturales de
importancia que conforman sistemas amplios de diversificación, sin
embargo también los identifica un denominador común y es el pertenecer
a la «cultura de la selva tropical», los hombres talan el bosque, asumen
los oficios de caza y pesca y además controlan la vida religiosa. Las
mujeres son responsables de las actividades agrícolas, la preparación
y cocción de los alimentos y la crianza de los hijos.
Norte del río Caquetá (Mirita-Paraná)
Es el área comprendida entre los ríos Apaporis y el Yarí. Allí han
predominado grupos de habla tukano oriental, especialmente en la
cuenca del Miritá-Paraná. Tales grupos son: Yacuna, Yacuna-Matapí,
Letuama, Tanimuca, Macuna y Cawirayi. Más al occidente, a orillas
del río Caquetá, encontramos los Mirana, que pertenecen a la familia
lingüística Tupi.
Cada grupo de estos es muy pequeño, siendo la gran mayoría
agrupamientos con menos de 50m habitantes, concentrados en grandes
malocas o en caseríos. Esto ha sido el resultado de varios siglos de
esclavización y enfermedades, especialmente debido a las caucherías.
La maloka: Como empresa colectiva es una unidad dinámica
sociopolítica, económica y a su vez es la unidad ritual, expresando en
su teoría y práctica, un manejo comunitario de recursos naturales y
culturales.
Ceremonias: Los tocados ceremoniales, con distintivas mascaras
de resina y la maraca acompasante, son elementos de los bailes
rituales. La macana de madera dura es símbolo de la capitanía.
Plantas asociadas a contextos rituales: Coca (erythroxylum), tabaco
que se consume de forma semilíquida llamada ambil (nicotina tabacum);
yage, virola (virola calophylla, virola calophylloidea).
Caquetá y Putumayo
En esta región predomina el grupo étnico-lingüístico Uitoto, el cual
se encuentra mezclado o en cercanía de otros, como los Boras, Mirana
y Múyanme. El Grupo Etnico Uitoto, tradicionalmente vivió en las
hoyas del Putumayo y Caquetá, en los ríos Caraparana, Igara-Paraná,
Nocaimani, Alto Cahuinari y zonas interfluviales, pero por la acción
de las caucherías fueron desplazados de sus territorios tradicionales,
llegando muchos de ellos a territorio peruano.
La base de la organización es la familia compuesta por el esposo, la
mujer que debe ser de un clan diferente de él y los hijos de la relación.
Los Uitotos están organizados en clanes y linajes patrilineales
exógamos, cuyo referente ha sido la maloca. En ella habitan el dueño,
sus hijos varones con sus respectivas familias, sus hijas e hijos solteros
y demás parientes. Esta gente sería la principal de la maloca, y así
mismo la habita una gente que no es propia de la maloca, que pueden
ser huérfanos y asilados, entre otros que por su condición secundaria
se ven obligados a realizar trabajos pesados. El tipo de residencia es
patrilocal, aunque se continúa con una relación de cooperación a ayuda
entre suegro y yerno. Los clanes se identifican con nombres totémicos
relacionados con plantas, animales o fenómenos naturales.
La maloka: La maloca es el eje de la vida social y ceremonial; tiene,
generalmente, dos entradas y se halla -como se dijo- orientada hacia el
este. La parte central de la misma está delimitada por los estantillos
mayores; en los costados se encuentran los hogares; en el centro, hacia
la parte delantera está situado el mambeadero o lugar ceremonial
masculino, donde se reúnen los hombres a engullir la coca y lamer el
ambil (tabaco semilíquido). En la parte delantera de ciertas malocas,
al lado derecho o izquierdo, se hallan colgados los tambores llamados
manguarés. En otras ocasiones, el costado masculino se encuentra
delimitado por un gran tronco o palo de danzar denominado tusi por los
Andoque, o sea «palo multiplicador». Toda maloca tiene una historia
particular, íntimamente ligada al ciclo doméstico y la carrera ceremonial
del dueño de la misma. Los Uitoto distinguen la maloca Murui
(macho) de la maloca Muinane (hembra). La primera se encuentra en
la región del río Caraparaná, mientras que la casa Muinane es
característica del Igara Paraná.
La Maloka Murui es semejante a un cono recubierto hasta el piso
con hojas de palma; se identifica con el hombre y partes del cuerpo. La
Muinane está asociada al cuerpo de la mujer. Los Bora la consideran
como una mujer acurrucada, cuyas entradas representan el sexo; su
interior se asocia al útero y los habitantes se designan como «los hijos».
La maloca Murui posee una vara, denominada acaba, que asciende
desde el mambeadero hasta la cumbrera de la casa. Esta simboliza la
capacidad del numaira (dueño de la maloca) para «sostener» la gente
de la maloca o de la comunidad. El tipo de tejido del peine representa
el pene del personaje mitológico Jutsiñamui. La cumbre de la maloca
simboliza el camino del Sol; un conjunto de vigas horizontales –

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