Gangas - 6 de Enero de 2018 - El Tiempo - Noticias - VLEX 700181201

Gangas

Lo mejor en compras lo dijo Ma-lena, una gauchita de cinco años, cuando vio salir a su abuela y a su madre: “Abuelito, van a comprar cosas necesarias que no necesitan”. Los compradores compulsivos tienen nombre propio en los crucigramas: oneómanos. La oneomanía evoca al calumniado Onán. Pero nada que ver. Ni siquiera el bíblico personaje inventó el ‘yo con yo’. Calumnias de Freud. Un oneómano ve un paso cebra y le provoca comprar todo el zoológico. No solo por Navidad, Año Nuevo, Reyes: la sola voz ‘ganga’ les activa las papilas ‘gastativas’. Viven para comprar, no compran para vivir. Muchos especímenes solo conocen la voz inglesa sale. No importa si no necesitan el producto; basta que cueste menos. El libre desarrollo de la personalidad incluye el verbo ‘comprar’ en su primerísima acepción: alborotar la libido comprandi. El eterno Ariel Armel Arenas, defensor del consumidor, y sus sabuesos tienen trabajo: averiguar si la orgía de rebajas, gangas, chisgas lo son de verdad, y no ‘falsos positivos’ para quedarse con nuestra “falsa bolsa de irónica aritmética”. Papá gobierno debería ordenarle una pasantía al lado de Armel al superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo, quien no se para en pelos para investigar y sancionar a quienes patean los códigos. Porque no es trabajo de los consumidos consumidores verificar la veracidad de las promocionadas...

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