'Hay gente poderosa que quiere engañar a la justicia'
La abogada Alexandra Garcés Borrero, líder de Invercauca, uno de los grandes jugadores del negocio de la caña de azúcar en Colombia, asegura que empresarios del sector estarían detrás de las denuncias que hoy la tienen ante la justicia. En entrevista con EL TIEMPO, habló del lío por la herencia de Jorge Garcés Giraldo e hizo duros señalamientos frente a algunos de sus familiares.
¿Cómo un problema de familia termina en un lío judicial y en su detención y la de su exesposo, el exministro Antonio José Urdinola?
Imagínese la serie de conflictos familiares, con una sucesión inconclusa de más de 25 años. Pero a partir de la muerte de mi padre, en octubre del 2009, se pone en marcha toda una estrategia de difamación y de demandas penales contra mí, contra Antonio y la gente de mi padre, que solo busca crear una cortina de humo para que terceros se apropien de las tierras que se conocen como Papayal.
Todo esto arranca con un contrato firmado en 1996 para administrar 2.000 hectáreas de caña de la familia, que sus tías dicen que es falso. ¿Quién lo habría falsificado?
Hasta la muerte de mi padre en el 2009, jamás las hermanas Garcés Arellano se atrevieron a decir que el contrato era falso. Se lucraron de él por décadas, lo trataron de ceder, de revocar y hasta de conciliarlo en la Cámara de Comercio de Cali. No dicen que el contrato fue aceptado en nombre de los herederos por el gerente de la Fiduciaria del Pacífico, Jorge Alberto Lloreda, hijo de una de ellas y quien tampoco se percató de la supuesta falsificación de la firma de su madre. Las señoras tampoco mencionan que el examen grafológico confirmó la autenticidad de sus firmas. Mi abogado lleva dos años tratando de contrainterrogarlas, sin éxito, y por eso están demandadas penalmente por falso testimonio.
¿Qué papel jugó el exministro Antonio Urdinola en este caso?
Antonio no había entrado a la familia en 1996, cuando se firma el contrato entre Invercauca y los demás herederos de la sucesión. En el 2004, él presentó una demanda cobrando las comisiones que se le debían a Invercauca. Logró que se embargaran las rentas por la venta de cañas y que se nombrara un secuestre para administrarlas.
El expediente dice que el secuestre entregaba a través de facturas falsas las rentas a su padre, a cambio de dinero...
Esto lo basan en el testimonio de Jorge Guzmán, que trabajó para mi padre, y mire la coincidencia: es hermano de Aniceto Guzmán, miembro de la junta directiva de Riopaila-Castilla y excuñado...
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