Golpe a golpe, Borja sueña con ganar otra copa - 10 de Julio de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 644783553

Golpe a golpe, Borja sueña con ganar otra copa

José Orlando Ascencio Subeditor de Deportes Lo que ha logrado Miguel Ángel Borja en este 2016 es un premio a la insistencia, a no renunciar nunca a los sueños, aun cuando las puertas, más de una vez, se le cerraron en su cara. Hoy, después de haber sido goleador de la Liga con Cortuluá, tiene al Atlético Nacional a un paso de llegar a la final de la Copa Libertadores, un objetivo que no consigue desde 1995, gracias a sus dos goles a São Paulo. Y, por qué no, Borja puede, apenas siete meses después de coronarse campeón de la Copa Suramericana con Santa Fe, volver a pensar en otro título continental de clubes. Desde su natal Tierralta (Córdoba), Borja, nacido el 26 de enero de 1993, mostró que el fútbol era algo especial para él. A los 7 años, se iba a una cancha llamada La Bonga y allí se ponía a jugar con los balones que salían del campo. Era hincha fanático de la Selección Colombia, a tal punto que lloraba y se ponía de mal humor cuando perdía. Y en su edad adolescente se declaró hincha del Junior. De origen muy humilde, los padres de Miguel hacían lo posible por sobrevivir. José María, el papá, era vendedor de lotería. Y la mamá, Nicolasa Hernández, vendía fritos. Así trataban de sacar adelante a sus hijos. Y él también ayudaba. “Antes de salir del pueblo, un amigo me consiguió un camellito en una ferretería y con eso le ayudaba a mi mamá en lo que ella necesitaba”, recordó Borja en el 2013. “En ocasiones me tocaba ir a entrenar a pie, y otras, mi mamá me prestaba la bicicleta”, agregó. Miguel entró a una escuela llamada Pony Gol. Y de allí dio el salto al primer equipo profesional que lo tuvo a prueba, Envigado Fútbol Club. Su paso por el equipo naranja fue corto. Hubo un problema de patrocinio y tuvo que volver a su ciudad. Hasta que en 2010 dio el primero de muchos pasos para demostrar que iba a ir hasta donde fuera para cumplir su sueño de ser jugador profesional, después de demostrar su capacidad de goleador en la selección de su pueblo y luego en la de su departamento. Un amigo de la familia, nacido en Tierralta, pero que vivía en Cali, lo contactó para que fuera a esa ciudad a probarse con el América, después de dos intentos fallidos por llegar al Independiente Medellín y, vaya paradoja, a Nacional, que no lo dejó en el club porque no había cupo... En la capital del Valle, la primera escala de Borja fue el América. Pero ya el club no era el mismo de los años 80 y 90. Ya empezaba a cavar el hueco que lo llevó al descenso. No había...

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