El gran robo del tren - 7 de Junio de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 572979190

El gran robo del tren

Rodrigo Cea El Mercurio Valdivia (Chile). Como no despertaba con los pitazos de la locomotora, fueron a golpearle la puerta. Enrique Rivera, de 62 años y más conocido hoy como ‘el Robin Hood de los trenes’, despertó agitado. Aún medio dormido, caminó en pijama hacia la puerta preguntándose quién lo buscaba con tanto apuro a las 7 a. m. Al abrir, apareció su amigo Nelson Beseler, que cansado pero satisfecho le dijo: “Llegamos”. Rivera no necesitó más explicaciones y partió apurado a ponerse su ropa de trabajo. *** Fabricada en Alemania en 1968, la locomotora Deutz D2 comenzó a operar en 1969 cerca de Sevilla (España). Junto con una máquina gemela, fue comprada por una minera para arrastrar vagones cargados con pirita, zinc, plomo y cobre hasta un puerto del río Guadalquivir. Pintada de rojo, fue bautizada Virgen de la Esperanza. Después de un derrumbe, en 1971, las faenas mineras fueron clausuradas y, un año más tarde, la locomotora fue rematada. Su nuevo dueño la adaptó para correr por los rieles de la Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe), donde remolcó maquinaria de reparaciones ferroviarias. En el 2001, el grupo OHL, dueño de la Deutz, la trasladó a Chile para realizar trabajos de mantenimiento en el sur, donde empezó a ser conocida como ‘La Zapatilla’. Construida a principios del siglo XX, la estación de trenes de Osorno es un basural habitado por indigentes que usan carros abandonados para dormir. A ese lugar llegó ‘La Zapatilla’ a fines del 2008, cuando OHL dejó de trabajar para la Empresa de los Ferrocarriles del Estado (EFE) y la máquina quedó ahí porque era más cara trasladarla que dejarla en ese lugar. La locomotora fue cubierta con grafitis, por lo que, en el 2011, Beseler decidió crear en Facebook el grupo Salvemos a la Deutz de Osorno. Ese mismo día escribió: “A la pequeña Deutz, que estaba hace años estacionada en Osorno frente a la antigua estación, la están desmantelando (...). Ojalá algo se pueda hacer para salvar esta noble locomotora”. El grupo –con cerca de 200 miembros– se convirtió en una bitácora con la historia de la máquina, fotos y noticias sobre la gestión para contactar a sus dueños. En el 2012, por ejemplo, Beseler ‘posteó’: “Es cuestión de tiempo para que intenten quemarla, ya que al estar con los vidrios rotos, los estúpidos lanzan basura en su interior (...). Los guardias de EFE dicen que solo cuidan la estación... Una lástima”. Beseler, técnico electrónico de 37 años e hijo de maquinistas de trenes...

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