Heridas abiertas - 11 de Junio de 2020 - El Tiempo - Noticias - VLEX 845019070

Heridas abiertas

En 1735 y 1741 hubo en la Suprema Corte de la Judicatura de Nueva York dos juicios memorables de los tiempos coloniales en la América del norte: uno, el primero, un juicio por difamación contra el impresor alemán John Peter Zenger, acusado de ser un ‘libelista’, un revolucionario escondido en su periódico. El otro juicio, el segundo, fue contra unos esclavos que se rebelaron e incendiaron la ciudad. Al final ambos juicios tenían que ver, cada uno a su manera, con el problema de la libertad. Además en una época (el llamado ‘Siglo de las Luces’) en la que toda la discusión filosófica era justo sobre eso: sobre la razón y su influjo liberador e igualitario; sobre los límites del poder y los derechos de la sociedad civil, por fin redimida de la sujeción y la tiranía; sobre la dignidad del individuo, verdadero protagonista de la historia. Es interesante porque en ese mismo siglo XVIII el capitalismo está alcanzando ya una nueva etapa dentro de su evolución, con las grandes potencias coloniales, en especial Inglaterra, que navegan y producen y explotan a todo pulmón. En la base de esa economía global está, como se sabe, la esclavitud; esa es su gran lacra. Pero por sus rutas también circulan las ideas: la filosofía de la Ilustración, así en mayúsculas. En Europa, que es donde nace, esa filosofía es quizás el resultado del agotamiento que producen las guerras de religión entre católicos y protestantes. Gracias al fanatismo de lado y lado florece, empieza a florecer, una sociedad secular que se expresa no solo en un nuevo discurso científico sino también en un nuevo discurso político, el de la Modernidad: racionalismo, capitalismo, liberalismo. Ahí está casi todo. Ese discurso fue el de las grandes revoluciones liberales del mundo moderno que aspiraban a ser el desmonte del ‘antiguo régimen’, ese orden señorial y jerárquico sostenido por los privilegios y los honores heredados. En teoría, el liberalismo era un antídoto igualitario contra ese pasado que había que...

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