Esta es la historia de una mujer que capturó al asesino de su hijo - 26 de Noviembre de 2011 - El Tiempo - Noticias - VLEX 334502210
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Esta es la historia de una mujer que capturó al asesino de su hijo

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Vincent

Parece tranquila. Debe de ser por las 40 pastillas de sedantes que ha tomado en los últimos 20 días: una cuando se levanta y otra antes de dormirse. Así lo ordenó el médico, como si supiera que con esa receta Viviana Salazar iba a soportar el asesinato de un hijo.

A Salazar le quitaron la mitad de su vida, de su historia, su amor por el rock and roll, por una razón que en pleno siglo XXI no entiende: "Lo mataron por tener el pelo largo, por ser 'mechudo', porque se ponía pantalones rotos y le gustaba el rock", sentencia la mujer, de 37 años.

Hace cuatro meses, Julián Giuseppe Salazar, de 23 años, se mudó al barrio Suba-Lisboa. "Acababa de comprar su moto, consiguió trabajo como domiciliario de un supermercado y por eso había hecho planes para casarnos", cuenta Carolina Murcia, su novia y con quien se fue a vivir.

"Amaba la música, trabajaba en el día y por la noche tocaba en un bar -asegura Viviana-. Estaba feliz porque se había comprado una guitarra con la que pudo entrar a Súbase al Metal, la escuela de música de la localidad donde vivía".

Carolina le contó a Viviana, su suegra, que un vecino, recién llegada la pareja al barrio -que bordea el río Bogotá, en el extremo noroccidental de la ciudad-, le había hecho varios disparos al aire por su forma de vestir. "Nos decía que éramos satánicos", relata entre lágrimas la joven, también de 23 años.

La noche del homicidio, Carolina planeó ir a cine con Julián. Salieron de su casa y caminaron por un potrero, cuando escuchó dos disparos.

"Nos dispararon por la espalda y una de las balas hirió un pulmón de mi novio. Murió en el taxi", cuenta Carolina, que vio que un hombre salía corriendo hasta entrar a una casa. "Yo lo reconocí: era el mismo vecino que nos amenazaba", concluye.

"Dos noches después, con mi nuera seguí al hombre. Yo les creí a ella y a otro testigo del crimen, que le tocó salir de la ciudad por amenazas; ellos lo sindicaron del homicidio. Renuncié a mi trabajo y durante un mes fui todos los días a la Fiscalía".

Viviana Salazar también asegura que llevó órdenes y papeles desde el complejo judicial de Paloquemao hasta el fiscal que le asignaron. Tomó fotografías y...

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