El hombre que murió por proteger al orejiamarillo, un loro único en el mundo - 15 de Enero de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 855358053

El hombre que murió por proteger al orejiamarillo, un loro único en el mundo

Tatiana ROJAS HERNÁNDEZ- REDACCIÓN MEDIOAMBIENTE - EL TIEMPO @ElTiempoVerdeLos últimos 23 años como líder ambiental en su pueblo natal Roncesvalles, Tolima, Gonzalo Cardona Molina luchó para sacar adelante la misión que un grupo de científicos le encomendó: salvar de la extinción al loro orejiamarillo, una especie endémica de Colombia que para la década de 1990 estaba cerca de desaparecer. Para la época, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) declaró esta especie en peligro crítico, pues su caza indiscriminada y la tala de la palma de cera, su hábitat natural, estaban disparadas. Solo se tenían registros de alrededor de 81 individuos en la cordillera Central de Roncesvalles. En una cruzada científica, varias organizaciones, entre ellas la Fundación Proaves, llegaron a Tolima para liderar su protección. Así crearon la Reserva ProAves Loros Andinos, ubicada entre los municipios de Roncesvalles y Génova, Quindío. Cardona, quien se había dedicado gran parte de su vida a la ganadería y actividades agrícolas, acudió al llamado de esta fundación en 1998 e inició su vida como defensor ambiental. No solo monitoreaba el crecimiento poblacional de los loros, también se aseguraba de que no fueran cazados y de que no se talaran árboles y palmas de cera. Entre sus labores más importantes estaba visitar a vecinos, amigos y campesinos para hablarles sobre la necesidad de mantener el bosque en pie. Cuando sus ocupaciones en campo se lo permitían, guiaba a los turistas que llegaban a conocer la reserva, el páramo Yerbabuena y las lagunas; así se robó el corazón de muchos ambientalistas. También se había encargado de reforestar predios que fueron devastados por la ganadería. En sus registros menciona que, junto a su equipo de guardabosques, sembró más de 3.000 plántulas de palma de cera, un árbol insignia de Colombia que está en peligro de extinción por su tala masiva. Después de seis años de monitorear su crecimiento, Cardona alcanzó a ver palmas de dos metros. El dato parece insignificante, pero al conocer que una palma de cera puede tardar hasta 57 años para empezar a producir su tallo y 83 años para reproducirse, se entiende que es realmente una hazaña. Según cuenta Alex Cortés, director de la Fundación Proaves, en sus días finales, Cardona alcanzó a realizar el último censo nacional del loro orejiamarillo y la cotorra coroniazul, "su libreta arrojó un número impresionante: 2.895 loros en Roncesvalles. También me envió fotos...

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