Con honores de rey, entierran hoy a Ricardo III, el ‘malvado’
La identidad de Ricardo III se estableció luego del análisis de las piezas óseas de un esqueleto.
Claudia Gaona Para EL TIEMPO Londres. Ninguna de las historias de los miembros de la familia real inglesa se ha contado con tantas anécdotas, fábulas y mitos como la del rey Ricardo III, inmortalizado por William Shakespeare con una obra que lleva su nombre y que hoy es sepultado con los honores de monarca que le fueron negados hace 530 años, cuando murió en la batalla de Bosworth Field en 1485. Sus restos fueron encontrados en agosto del 2012 en un parqueadero en Leicester y un grupo de arqueólogos de la Universidad de esa ciudad confirmó, 6 meses después, que se trataba del rey Ricardo III, cuya identidad se estableció luego del análisis de las piezas óseas de un esqueleto con una curvatura espinal cuyo ADN fue cotejado con el de un carpintero canadiense conocido por haber sido un pariente lejano de su dinastía. Para algunos, es el “rey malvado” de la monarquía británica; para otros, un hombre cuyo honor nunca había sido reconocido. Fue el último rey inglés en morir en un campo de batalla y su cadáver desnudo fue arrastrado colgando de un caballo y luego enterrado sin una ceremonia, sin un ataúd y en total anonimato. Quizás por eso volvió, sin vida pero con una historia por reescribir, al presente de la sociedad británica que, a juzgar por las miles de personas que acompañaron la procesión de sus retos por las calles de Leicester, está dispuesta a reivindicar su imagen de villano deforme, como lo describió Shakespeare, para recordarlo como un rey guerrero y valiente. Cerca de 530 años después, sigue siendo muy difícil definir qué es mito y qué es realidad. Pero lo que sí es cierto es que la pequeña ciudad histórica e industrial donde reposan sus restos ha sido el foco de la mirada de todo el Reino Unido y de muchos otros países que siguen el cubrimiento de toda una semana de ceremonias y servicios especiales en memoria del monarca. ¿Era bueno o malo? Su hermano mayor, el rey Eduardo IV, gobernó hasta su muerte en 1483, cuando su hijo de solo 12 años de edad se convirtió en Eduardo V, pero con su tío Ricardo como protector. La historia cuenta que el adolescente rey y su hermano fueron llevados a la torre de Londres, que en esa época era un palacio real, no una cárcel, cuando el matrimonio de sus padres fue declarado ilegítimo. Poco tiempo después, el tío en custodia se convirtió en el rey Ricardo III y sus sobrinos nunca más fueron vistos, lo...
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