‘Me hostigaron y luego me pidieron aprender de armas’ - 30 de Enero de 2014 - El Tiempo - Noticias - VLEX 488686350

‘Me hostigaron y luego me pidieron aprender de armas’

Delito

Carol Malaver Redactora de EL TIEMPO Todo comenzó en abril del 2013. Los días de estudio se convirtieron en un miedo constante para Felipe*. Cada vez que veía a los lejos a un grupo de jóvenes de su colegio se ponía pálido y trataba, infructuosamente, de desviar su camino. Él tiene 14 años, estudia en un colegio de Kennedy y comenzó a ser intimidado por sus propios compañeros. “Hay una pandilla. Un día comenzaron a insultarme, me golpearon y me robaron el celular sin ningún motivo”, contó el estudiante. Este adolescente sufrió durante dos meses de un acoso que lo llevó al desespero, sobre todo porque le hicieron una propuesta a cambio de que cesara el hostigamiento. “Me dijeron que todo terminaría si me unía a ellos. A cambio de eso tendría seguridad y dinero”, explicó. Luego vino la exigencia más inesperada. “Me dijeron que tenía que viajar con ellos al llano durante un fin de semana para aprender de armas”, dijo. La negativa del joven empeoró las cosas; ahora lo esperaban a la salida del colegio para golpearlo con más fuerza. El acoso se hizo tan frecuente y tan humillante que él terminó por cortarse el brazo izquierdo, de la desesperación. “Como yo vivo cerca del colegio, saben dónde encontrarme”, afirmó. De este mismo tipo de hostigamiento, según Felipe, han sido víctimas otros seis alumnos del mismo colegio que han sido intimidados con armas blancas y de fuego. “Mis calificaciones bajaron. No tengo vida social”, dijo el joven, que acepta que no tuvo la suficiente confianza para contarles a sus padres. Esta amenaza contra estudiantes de colegios públicos se hizo evidente en un estudio liderado por la Fundación Stop Bullying Colombia, que, en cabeza de Ricardo Ruidíaz, se realizó en el 2013 y que además de varios descubrimientos le costó amenazas de muerte. “Comenzaron cuando denuncié que jóvenes de colegios públicos estaban siendo presionados para hacer parte de bandas y pandillas dedicadas a negocios ilícitos”. Ellos efectuaron 5.500 encuestas virtuales, personales y telefónicas sobre acoso escolar ese año. “Fue la única forma de obtener información, porque nuestro primer gran obstáculo fueron los rectores”, declaró. En Bogotá hallaron el mayor número de ofensores y de víctimas de acoso escolar. “Los jóvenes agreden a otros, sobre todo por ser homosexuales, barristas de un equipo contrario, negros, indígenas, o ser desplazados”, explicó Ruidíaz. No obstante, la mayor preocupación que se deriva de este estudio es que se...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR