Informe de Ponencia Para Primer debate al Proyecto de Ley 178 de 2013 Cámara, 122 de 2013 Senado
por medio de la cual se declara el agua de panela, como bebida nacional, símbolo de nutrición, salud y patrimonio gastronómico y cultural de la Nación. I. ANTECEDENTES DEL PROYECTO DE LEY
Proyecto de ley número 122 de 2013 de 2012 Senado y 178 de 2013 Cámara, por medio de la cual se declara el agua de panela, como bebida nacional, símbolo de nutrición, salud y patrimonio gastronómico y cultural de la Nación.
El texto definitivo fue aprobado en Sesión Plenaria del Senado de la República, el día 18 de junio de 2014. El 8 de agosto de 2014, en el trámite surtido en la Cámara de Representantes, fueron designados los ponentes para primer debate de la Comisión Segunda Constitucional Permanente, fue radicado el 9 de octubre de 2012, por el honorable Senador Guillermo García Realpe. Repartido a la Comisión Segunda en octubre 9 de 2013. Para entonces, el presidente honorable Senador Juan Fernando Cristo. Allegado a la Secretaría General de la Comisión Segunda el 29 de octubre de 2013, fue designado por la Comisión Segunda, Ponente, al entonces honorable Senador Guillermo García Realpe, designación que le fue comunicada en oficio de referencia octubre 29 de 2013, el mismo que fuese emitido por la Secretaría de la Comisión Segundad (Constitucional Permanente).
La ponencia para primer debate en el Senado de la República, publicada el 8 de noviembre de 2013, presentada para primer debate el 6 de noviembre de 2013 honorable Senador Guillermo García Realpe.
El proyecto de ley fue discutido y aprobado en primer debate el 3 de septiembre de 2013. Discutido y aprobado en segundo debate Senado el 13 de diciembre de 2013 y remitido a la Cámara de Representantes el mismo día. Repartido, asignado por competencia, a la Comisión Segunda de la Cámara de Representantes, el 8 de diciembre de 2013. Designada como ponente oficial para primer debate del proyecto de ley la honorable Representante Aída Merlano Rebolledo.
II.< b> EXPOSICIÓN DE MOTIVOS
Estos proyectos, hoy por hoy, pueden parecer poco atractivos en términos del trabajo legislativo, pero tienen un gran impacto social, en cuanto buscan suscitar, revivir la reflexión sobre la problemática del patrimonio cultural del país. Su preservación, su uso dinámico, su conocimiento, sus usos investigativos, han dejado de ser un tema inocuo, para convertirse, en temas de interés de las grandes mayorías. Hay grupos significativos de ciudadanos interesados en estudiar a fondo nuestra historia, sus orígenes, sus expresiones, aun, sus desaciertos.
El aprovechamiento de recursos materiales, tanto como el afrontamiento y el desarrollo de los mismos, se ha convertido hoy en un tema crucial; suscita el interés de la sociedad contemporánea la importancia y el significado de la naturaleza que parecía inadvertida, pero se expresa y se manifiesta por sí sola.
Esta es tal vez la explicación de porqué las autoridades financieras, políticas, privadas, eclesiásticas, académicas, instituciones públicas y gobiernos, hoy se ocupen de estos asuntos como si se tratare de los temas más cruciales de sus agendas gubernamentales. La idea seguramente surgió de registros investigativos, sociales y culturales; los mismos que hicieron evidente que pueblos enteros y generaciones, podían expresarse a través de sus comidas, tradiciones, mitos, formas de pensar y de sus perfiles gastronómicos; aun de sus preferencias al comer. Algunos de estos temas han llegado a ser considerados con éxito y a ser discutidos en foros de debates democráticos y en otros epicentros de la discusión científica, técnica y humana en el mundo.
La raza humana, ha tenido que aprender ¿la amarga lección¿ tras siglos de desestructuración económica, social y política, lo único que hicimos fue separarnos de la naturaleza social y biológica de la cual surgimos, para luego, reencontrarnos con ella, tras largos periodos de devastación y ciertos desórdenes climáticos que nos han hecho despertar ¿del letargo¿. Más aún, si se considera evidente, hoy día, la necesidad de formular políticas públicas que incluyan los temas culturales como cruciales en el interés de las naciones.
El interés de las instituciones públicas y del congreso, no ha de limitarse a estos hechos, es crucial, sobrevivir como cultura, más allá de los arraigos y de las expresiones que nos soportan en el tiempo. Para ello ha de preocuparse un poco más por difundir, conocer y reconocer nuestros valores culturales, socializar los símbolos que nos constituyen en el país que somos.
Las civilizaciones modernas tendrán que hacer un gran esfuerzo por enseñar a otros de dónde venimos, para dónde vamos y sobre todo, cómo fue que llegamos a ser lo que somos.
El patrimonio cultural y social de nuestras regiones, solo podrá sobrevivir si es aprendido, en modo alguno, por sus herederos y por aprehensión, habrá que entender, algo más que el simple acto de saber que algo existe, saber lo nuestro implica sentirlo e interiorizarlo y el Congreso colombiano deberá legislar para instaurarlo, darle un rango legal, un estatus, un orden simbólico y específico, a la necesidad de que nuestros símbolos y patrimonios culturales sobrevivan. Su supervivencia no puede constituir una preocupación menor para el Estado, no puede dejarse al libre albedrío, no se soslaya a la voluntad o al capricho de unos cuantos, no es un asunto de voluntad ni de deseo, sino...
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