Informe de Ponencia Segundo Debate Proyecto de Ley 075 de 2015 Cámara - 12 de Noviembre de 2015 - Gaceta del Congreso - Legislación - VLEX 587451802

Informe de Ponencia Segundo Debate Proyecto de Ley 075 de 2015 Cámara

por medio de la cual se declara Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación la celebración de la Semana Santa de la Parroquia Santa Gertrudis la Magna de Envigado, Antioquia y se dictan otras disposiciones. El Congreso de Colombia

Bogotá, D. C., octubre 5 de 2015

Doctor:

ALFREDO RAFAEL DELUQUE ZULETA

Presidente Cámara de Representantes

Referencia: Informe de ponencia para el segundo debate al Proyecto de ley número 075 de 2015, por medio de la cual se declara Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación la celebración de la Semana Santa de la Parroquia Santa Gertrudis La Magna de Envigado Antioquia y se dictan otras disposiciones

Señor Presidente:

En atención a la honrosa designación hecha por la Mesa Directiva de la Comisión Segunda Constitucional de la Cámara de Representantes del Congreso de la República y con fundamento en los artículos 150 y 153 de la Ley 5ª de 1992, presento ponencia para segundo debate del Proyecto de ley número 075 de 2015, por medio de la cual se declara Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación la celebración de la Semana Santa de la Parroquia Santa Gertrudis la Magna de Envigado Antioquia y se dictan otras disposiciones.

Antecedentes

El día 18 de agosto de 2015 ha sido presentado en este Despacho el Proyecto de ley número 075 de 2015 con su correspondiente exposición de motivos, por el honorable Representante Germán Blanco Álvarez.

Objeto del proyecto

El propósito de la Cámara de Representantes es Declarar Patrimonio Cultural de la Nación la celebración de la Semana Santa en la Parroquia Santa Gertrudis la Magna de Envigado, Antioquia, que hace 240 años se viene desarrollando y posee una serie de tradiciones que revelan algunos aspectos de la religiosidad popular y ciertos elementos del folclor de los cuales se han transmitido durante años de generación en generación en nuestras familias.

Es como así se declara Patrimonio Cu ltural e Inmaterial de la Nación la celebración de la Semana Santa de la Parroquia Santa Gertrudis la Magna de Envigado, la cual ha venido promoviendo la cultura, espiritualidad, solemnidad y religiosidad de la ciudadanía envigadeña y de los turistas que se desplazan desde diferentes partes del país y el mundo para participar de la celebración.

Marco histórico

1. Reseña Semana Santa Parroquia Santa Gertrudis La Magna de Envigado

Erigida el 13 de julio de 1774 por el señor Obispo de Popayán, doctor Jerónimo Antonio de Obregón y Mena, quien nombró como primer cura al Presbítero Cristóbal de Restrepo y Vélez, el cual tomó posesión del curato el 10 de febrero de 1776. Para ese entonces, `El Envigadito¿, territorio que comprendía Itagüí, Caldas y Amagá, contaba con tres viceparroquias y sus respectivas capillas: la primera estaba consagrada a Nuestra Señora de los Dolores y se encontraba ubicada en la propiedad de don Francisco de la Calle, quien pidió licencia para construirla el 28 de julio de 1750, en vista de las necesidades de sus 400 vecinos; la segunda fue Nuestra Señora del Rosario en Itagüí y la tercera, la de San Fernando en Amagá, destruida junto con la de Nuestra Señora de los Dolores en 1792 por orden del señor Obispo de Popayán don Ángel Velarde.

Solo hasta 1792 aproximadamente, `Envigadito¿ contó con una parroquia dentro de su territorio, esta se encontraba ubicada cerca de la iglesia que hoy se conoce como San Rafael, en el barrio El Dorado, antes llamado la `Finca de la Toro¿. Esta parroquia contaba con una custodia y su sagrario, espacios para el bautisterio y el coro, un altar mayor con la imagen de la Patrona Santa Gertrudis, un crucifijo de mediana altura, las imágenes y pinturas de San Juan Bautista, San José, Santa Gertrudis, la Concepción, la Virgen de los Dolores, Santa Rita, San Juan Evangelista, una cabeza y manos de Sa nta María Magdalena y dos cabezas, pies, y manos de los ángeles[1][1][1][1]; una pequeña capilla con la imagen de Nuestra Señora del Carmen; una sacristía para el cuidado de los corporales, purificadores, albas, casullas y vasos sagrados; además de los ornamentos, alhajas y utensilios que pertenecieron a las viceparroquias destruidas en ese año y de las cuales pudo apropiarse.

En 1830 el mayor cambio realizado en la parroquia fue el traslado de la imagen de Nuestra Señora del Carmen al cementerio, su capilla se usó como un cuarto útil para guardar andas y utensilios[2][2][2][2]. Para 1837 la iglesia tenía los altares del Crucificado, San José, Virgen de los Dolores, Virgen de la Salud, San Joaquín, Santa Ana, Santa Bárbara y San Nicolás[3][3][3][3]. Se mandó a hacer una caja triclave para guardar los intereses de la fábrica, de la cual tenían llaves el cura párroco, el mayordomo y el alcalde del distrito. Se ubicaron 14 cruces en las paredes para que ante ellas se hiciera el devoto ejercicio de las estaciones de la pasión del Señor Jesucristo, concediéndoles a los feligreses 40 días de indulgencia por cada estación que se rezara, y otros 40 por todo el ejercicio[4][4][4][4]. Entre 1837 y 1855 esta primera iglesia tuvo varias modificaciones: cambio de ventanas y de algunas imágenes y cuadros, ampliación del púlpito y remodelación de altares[5][5][5][5]. En 1859 los envigadeños comenzaron a pensar en un mejor templo y el 21 de noviembre de ese año, el Obispo de la Diócesis mandó organizar la primera junta con el objeto de construirlo[6][6][6][6], así se iniciaron las colectas y cantarillas para lograrlo[7][7][7][7], pero la guerra civil de 1860 paralizó la obra, la cual se reanudó solo hasta 1864.

Una segunda junta se instauró el 3 de abril de 1869, compuesta por: el Pbro. Liborio de Hoyos como Presidente, el Pbro. Jesús María Mejía como vicepresidente, Luis María Villegas como tesorero y secretario, Manuel Ochoa como tesorero auxiliar y el doctor Manuel Uribe Ángel como miembro adjunto. Esta junta aceleró la construcción y durante este año fue fundamental el contrato de Santiago Ortiz como maestro en la obra de cantería; en la compra de los adobes Ezequiel Vélez, José Restrepo y el Tejar de la Loma del Barro[8][8][8][8]. Miles de dificultades se presentaron en esta empresa y se conformó una tercera junta el 6 de septiembre de 1873, reunida en la casa del doctor Manuel Uribe Ángel e integrada por: Pbro. Jesús María Mejía como Presidente, Jesús María Restrepo M. como Secretario, Miguel A. Restrepo como Tesorero y Félix A. Correa como Tesorero Auxiliar.

Dicha junta contrató con los señores Francisco Villa, José María Bonet y Estanislao Molina el trabajo de las tribunas del templo, con el señor Pedro A. Delgado la compra de 19 florones; con el señor Sáman (extranjero) la postura del reloj; con el señor Crosti (ingeniero) la construcción del atrio del templo y la dirección del bautisterio; con el señor Miguel Chaverra 18.000 ladrillos y con el señor Juan Chavera la empañetada de las paredes del interior del templo y la revocada de las columnas[9][9][9][9]. A esta junta se sumó el doctor Manuel Uribe Ángel, el 6 de julio de 1876, y con ella emprendió la construcción del altar mayor, que se contrató inicialmente con Juan Muñoz H. y, posteriormente, con Alejo Vieco y Rosendo Muñoz[10][10][10][10], y luego con Tomás Osorio, Andrés Rojas, Fermín Isaza, Isaac Zapata, Lázaro Muñoz, Manuel J. Montoya, José María Zapata, entre otros[11][11][11][11]. También se hizo el sagrario, el expositorio, el púlpito, los confesionarios y la sacristía. Todo el trabajo que implicó la empresa de construir un nuevo templo, cuyo arquitecto e ingeniero fue el francés Henry Breche[12][12][12][12], se vio recompensado cuando fue consagrado por el Ilustrísimo señor Joaquín Pardo Vergara, el 25 de febrero de 1897[13][13][13][13], día en que fueron depositadas en el pórtico del templo las sagradas reliquias de San Inocencio y Santa Liberata[14][14][14][14].

Durante todo el siglo el templo de Santa Gertrudis fue testigo de los cambios sociales, culturales, económicos y políticos del municipio, y durante todo ese tiempo, el templo mismo presentó cambios estructurales en su construcción: en 1933 se construyeron los nuevos techos y se quitaron los viejos de hojalata repujada, se sustituyó por mármol italiano el piso de ladrillo y de madera del presbiterio; en 1963, el órgano fue reparado eficientemente por el señor Hans von Stutzinger, diez años más tarde, se contrató al fabricante alemán Óscar Binder, quien lo declaró inservible; la primera iluminación de la iglesia fue de lámparas de cristal veneciano y adornos en cristal de roca; con la fiebre del modernismo se colocaron lámparas de neón, más tarde reflectores y unas lámparas ordinarias de plástico y aluminio fabricadas por el arquitecto Albán, finalmente, en 1975 se colocaron las actuales que son de manufactura y cristalería envigadeña; las ventanas del templo eran marcos de madera con cristales traídos de Europa, en 1967 se colocaron los vitrales...

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