Inolvidable - 25 de Septiembre de 2021 - El Tiempo - Noticias - VLEX 876212539

Inolvidable

No obstante mi doble parentesco con su padre, Eduardo Caballero Calderón, no pertenecí al selecto grupo de amigos y contertulios del inolvidable e insustituible escritor Antonio Caballero, tan elogiado y lamentado en estos días por su triste desaparición. Con toda razón, radio, periódicos, revistas, noticieros de TV y otros medios de comunicación elogiaron y destacaron el legado de Caballero como historiador, escritor, periodista y caricaturista. Y también como crítico taurino; muy aficionado a los toros, sus comentarios eran muy eruditos. Detrás de sus interesantes artículos, en los que a menudo destilaba hiel, Caballero era un hombre tímido, sencillo, y quizás irascible por ser muy exigente. Como periodista era una cuchilla. Pocas veces encontraba qué elogiar. Pero a la hora de descubrir chanchullos y señalar responsables era demoledor. Para Caballero, no había nadie intocable. Echó hasta contra el papa Francisco. Con humor negro y con ácidos y punzantes comentarios, se llevaba por delante a cuanto personaje -hombre o mujer- delinquiera; y a quienes, por cualquier circunstancia, le cayeran mal. Era particularmente crítico con los personajes nacionales: presidentes de la república, ministros, diplomáticos. Con los jefes de los partidos políticos y con los congresistas de todas las corrientes, a veces era implacable. Exigente con quienes tenían poder, era inflexible cuando fallaban o faltaban. Como auténtico liberal, no de partido, sino por sus convicciones y su manera de ser y de pensar, fue ácido crítico del Centro Democrático y del expresidente Álvaro Uribe, su fundador y eterno director. Un caudillo tan poderoso que trajo de EE. UU. a Iván Duque, le abrió curul en el Senado y luego lo llevó a la Presidencia. Caballero no ponía a nadie en las nubes. Para él, no había nadie intocable. Simple y llanamente, el periodista no le rendía pleitesía a nadie. Pero sí tenía más admiradores y seguidores que muchas de las celebridades. Desde luego, no le faltaron críticos ni detractores. No a todo el mundo le caía bien el ácido periodista; a muchos les molestaban sus comentarios, algunos cargados de mala leche. Tuvo muy buenos amigos, muchos admiradores, aunque tampoco fueron pocos sus enemigos y contradictores...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR