Intervención del ‘Bronx’ golpeó oferta de basuco - 27 de Diciembre de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 656241905

Intervención del ‘Bronx’ golpeó oferta de basuco

Valentina Obando Redacción Justicia “Una medialuna vale 30.000 pesos, el espejo completo hasta 80.000 si tiene luces direccionales”. Felipe sabe bien cómo vender partes de carros robadas en el mercado negro de Bogotá, pero también es un experto en negociar todo tipo de celulares y de drogas. Lo aprendió porque de los 25 años que tiene, lleva 14 en las calles. A Felipe le contaron que cuando tenía dos meses de edad fue dejado en un hogar de Bienestar Familiar de Bucaramanga, del que se escapó cuando cumplió 11. Llegó a Bogotá cuando se voló para encontrar nuevos rumbos. Hoy está limpio, sin barba y tiene unos tenis Nike, que, dice, son originales. Está tratando de salir de la calle porque “se puso pesada después de la intervención de la 15”, que no es otro evento que la famosa toma del ‘Bronx’ por las autoridades el 27 de mayo de este año. En sus primeros meses en Bogotá pidió monedas en la calle, principalmente cerca de la plaza de mercado de Paloquemao, pero poco después empezó a hacer ‘mandados’ para la gente de ‘la L’ (como se conocía a las dos cuadras cruzadas que formaban el ‘Bronx’). Con el tiempo ascendió en el mundo criminal hasta convertirse en taquillero, uno de los cargos mejor pagados dentro de los ‘ganchos’ que manejaban la droga en la olla más grande del país. “Cuando era ‘chinche’ me ponían a llevar droga de una olla a otra; ser menor de edad era una ventaja”, manifiesta Felipe, quien agrega que por ese trabajo le pagaban entre 30.000 y 40.000 pesos. En esos ires y venires conoció la marihuana, el basuco, el ribotril con alcohol, el perico y las pepas de ‘chimó’ (tabaco curado que se usa como antiinflamatorio y para evitar la fatiga, pero que tiene efectos tóxicos). Dice que aunque vivía en la calle, nunca le faltó la comida. “Al principio, a la gente le daba lástima y entonces me la daba; después ya tuve más mando y la compraba: a ‘la L’ entraba gente de buenos restaurantes y uno les encargaba el almuerzo. Yo compraba unos de 12.000 pesos”. Durante cinco años trabajó como taquillero del ‘gancho América’. Al vender hasta 2.000 dosis de basuco en un turno de 24 horas, se ganaba 120.000 pesos. A ese básico le podía sumar el resultado de otros negocios personales, ajustando entre 4 y 6 millones de pesos al mes. En ese tiempo no vivió en la calle: tenía una pieza en la misma casa donde estaba el ‘gancho’. Pero lo que no se gastaba en comida lo consumía en vicio. Felipe cuenta que cuando no trabajaba, pasaba las noches enteras...

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