Introducción - - - El principio de igualdad en la configuración de los regímenes pensionales - Libros y Revistas - VLEX 950957263

Introducción

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introducción
La desigualdad pareciera ser un tema presente en las
agendas de todos los países, esto es, un problema de pre-
ocupación de la comunidad humana. Sin embargo, en el
contexto colombiano este problema se presenta con mayor
fuerza, pues sin lugar a dudas la historia, las cifras y la
realidad social innegable describen a Colombia como un
país abiertamente inequitativo, como lo constata el Pro-
grama de las Naciones Unidas para el Desarrollo (pNuD),
que la sitúa en el puesto noveno entre las sociedades con
mayor desigualdad1; un país que aún refleja en su tejido
social los rasgos del régimen estamental francés; una so-
ciedad en la que la estratificación de los ciudadanos marca
los senderos y los criterios más apropiados para asignar
recursos o para restringir derechos. Lo correcto sería que
los planes y las estrategias para superar la enorme brecha
social que identifica a nuestra comunidad fueran asuntos
prioritarios para ser abordados por los poderes públicos.
Lamentablemente, son muy lentos los cambios en la cade-
na de desigualdades, que se reflejan, paradójicamente, en
una mayor concentración de la riqueza, de una parte, y en
1 pRogRama De NacIoNeS uNIDaS paRa el DeSaRRollo (pNuD), Informe de de-
sarrollo humano para todos, 2017, p. 23, [documento en línea].
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la escasa distribución de los ingresos y el patrimonio entre
los ciudadanos trabajadores, de otra.
Sin embargo, esa tendencia a contraer las desigualda-
des, en gran parte del siglo xx, se revierte, y como señala
Rosanvallon, “la situación actual no tiene nada de una he-
rencia del pasado; por el contrario, ella marca una ruptura
espectacular con éste, al invertir una tendencia secular”2.
Los tiempos que se transitan advierten que los ciudadanos
han aumentado su capacidad de intervención en los asuntos
básicos de la sociedad, afirmando al ciudadano político, pe-
ro a su vez ese ciudadano ha de acompañar el crecimiento
de las desigualdades; en efecto, agrega el autor citado que:
La ciudadanía política progresa al mismo tiempo que retrocede
la ciudadanía social. Este desgarramiento de la democracia
es el hecho más importante de nuestro tiempo, y portador de
las más terribles amenazas […] es la lima sorda que produce
una descomposición silenciosa del lazo social y, en forma
simultánea, también de la solidaridad3.
Si tales son los impactos sobre el conjunto de los asociados
y su forma democrática de organización, sería preciso re-
pensar el fenómeno de la igualdad,
a partir del espíritu de igualdad tal y como se había forjado
en las revoluciones norteamericana y francesa. La igualdad
había sido entonces percibida en primer lugar como una rela-
ción, como una manera de construir sociedad, de producir y
de hacer vivir lo común. Era considerada como una cualidad
democrática y no solo como una modalidad de la distribu-
ción de la riqueza. Esta igualdad-relación se había articulado
2 pIeRRe RoSaNvalloN, La sociedad de iguales, 1.a ed., Buenos Aires, Manantial,
2012, p. 20.
3 Ibid., p. 17.
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alrededor de tres figuras: la similaridad, la independencia y
la ciudadanía4.
Las desigualdades se encuentran presentes a lo largo y
ancho de los sectores de la sociedad colombiana: desde el
acceso a la educación, a los servicios de salud y a los servi-
cios públicos; las diferencias en ingresos, en información,
en oportunidades para acceder a los empleos públicos y
privados, y, particularmente, para obtener la pertenencia
a la seguridad social en su expresión pensional. La impor-
tancia de este último escenario radica en que resulta ser el
espacio final de la vida de un colombiano-trabajador; sí,
el resultado de una vida de desigualdades, de una educa-
ción desigual, de una desigualdad en materia de acceso
al derecho fundamental a la salud, en fin, una cadena de
desigualdades que termina con un inevitable y predecible
final: la imposibilidad de hacer efectivo el derecho funda-
mental para obtener una pensión de vejez, invalidez, sobre-
vivencia, en los últimos años de su vida, período durante
el que se supondría que el Estado, debería aun con más
ahínco –dadas las condiciones en las que se encuentran los
adultos mayores– garantizarles unas condiciones de enve-
jecimiento digno. Este es el primer escenario que aparece
al describir la problemática actual en el Sistema General de
Seguridad Social colombiano, a saber, un estado de cosas
marcado por profundas e innegables desigualdades que
genera una evidente tensión con el escenario normativo,
mucho más garantista –al menos en la formulación– de los
derechos fundamentales.
En ese sentido, y en atención a que el escenario de
las pensiones representa el producto final de un cúmulo
4 Ibid., p. 26.

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