José Gualdrón, el veedor más aguerrido del país
Perfil
Félix Leonardo Quintero Corresponsal EL TIEMPO Bucaramanga. Seis de los diez alcaldes designados por voto popular en Floridablanca (Santander), no han terminado los periodos para los cuales fueron elegidos. Algunos renunciaron mientras que otros fueron destituidos por errados actos administrativos que también inhabilitaron a 19 concejales en el municipio, considerado uno de los más corruptos de la región. A este panorama se enfrenta con sus carpetas llenas de leyes y sentencias José Gualdrón Guerrero, contador público de 46 años, que con sus demandas y solicitudes de funciones preventivas se convirtió en el ‘coco’ más efectivo de los funcionarios de turno. Con sus actuaciones, el menudo hombre, de apenas 1,64 metros y 60 kilos, logró la salida de tres alcaldes y la inhabilidad de la totalidad de los concejales de un periodo al demostrar el proceder irregular en el que incurrieron. Por su aspecto bonachón y su andar pausado, José, a quien una malformación le afectó su sistema óseo, puede ser confundido con una persona apacible a quien la administración pública no le interesa. Pero el hombre es un aguerrido veedor que pasa la mayor parte de su tiempo en juzgados y tribunales haciendo seguimiento de sus reclamos. Tanto, que la de José es ya una figura reconocida en las oficinas y secretarías de la Alcaldía de Floridablanca, donde recopila información, y en el Palacio de Justicia y la Fiscalía, en Bucaramanga, donde llega casi a diario para preguntar por los procesos. “Cuando lo vemos por los pasillos de la Alcaldía, inmediatamente lo asociamos con alguna demanda en curso y sabemos que se documenta muy bien”, coincidieron varios funcionarios al hablar de él. A través de una intensa lectura de libros que compra y fotocopia, y que traslada en inmensas carpetas, el acucioso observador aprendió todo sobre su oficio, y después lo reforzó en una escuela de veeduría. Su maestra, la reconocida veedora de Floridablanca Laura Janeth Ardila, lo calificó de “excepcional por su persistencia y sacrificio, porque en esta actividad el Gobierno no apoya y lo único que dan es ‘garrote’ ”. Primero fue comunal En el 2008, el inquieto contador fue nombrado delegado de la junta de acción comunal del barrio popular donde vive en compañía de su mamá, un hermano y un primo. Allí tuvo su primer contacto con el accionar de la Alcaldía. “Algunos líderes comunales no revisan las hojas de vida de los candidatos a funcionarios y por eso llegan a gobernar personas que...
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