Jugar con candela - 25 de Enero de 2016 - El Tiempo - Noticias - VLEX 592299419

Jugar con candela

Catalejo

Gabriel Silva Luján

La Constitución Política establece que la dirección suprema de las relaciones internacionales está en cabeza del Poder Ejecutivo y bajo orientación exclusiva del Presidente de la República. Ese mandato constitucional superior, que de hecho es prácticamente un principio universal, no es un capricho. El principio de centralizar la responsabilidad de conducir las relaciones exteriores en el jefe del Estado nace de una experiencia milenaria. Está basado en la indeclinable obligación superior de defender la soberanía y el interés nacionales. Es una responsabilidad colectiva que se ubica por encima de cualquier consideración interna. Las controversias domésticas sobre los asuntos externos, muy bienvenidas en un régimen democrático, tienen un límite explícito. La Constitución le pone freno al activismo internacional. En algunas interpretaciones jurídicas, esa limitación se extiende, incluso, a los ciudadanos. Pero quizás lo más importante es la lealtad debida al bien superior de tener una Nación unida frente a un entorno externo que es competitivo y hostil. Los países que fracasan en mantener su independencia y efectividad internacionales son precisamente aquellos que no logran que su presencia en el mundo refleje la fortaleza que ofrece un orden institucional y político donde se habla ante el mundo con una sola voz. No en vano la historia está plagada de ejemplos en los que la ruptura de la unidad nacional, cuando se permite que se fragmente la centralización del interés del país y que se multipliquen los interlocutores internacionales que defienden intereses parciales y muchas veces mezquinos, termina en el desastre de una dilución de la soberanía y la pérdida de relevancia e influencia globales. Tenía mucha razón Álvaro Uribe cuando empezó una firme campaña para desmantelar la eficaz maquinaria diplomática de las Farc, la cual había logrado en varios países, particularmente europeos, y en las alas más liberales de los partidos progresistas, una entrada que amenazaba la representatividad internacional del Estado colombiano. La gran paradoja es que lo que intentaron las guerrillas izquierdistas y los grupos...

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