Juntas directivas - 12 de Junio de 2015 - El Tiempo - Noticias - VLEX 573580734

Juntas directivas

La nueva junta directiva

En las juntas solo deben discutirse asuntos de fondo como estrategias, presupuestos, desempeño, nuevos proyectos, alianzas, venta, compra, fusión, escisión o liquidación de negocios, contratación de ejecutivos y respuesta a desafíos claves no solo para la supervivencia sino para la prosperidad.

Juntas directivas Por Álvaro Marín-Hoyos Crisisólogo Menciono algunos aspectos que pueden mejorar el funcionamiento de las juntas directivas: La selección. En las empresas familiares, que son la inmensa mayoría, para que a uno lo nom-bren como miembro de la junta directiva solo se requiere ser amigo o pariente del gerente. Y en las más grandes y democratizadas se requiere hacerse incluir en una plancha y salir elegido por cocien-te electoral en la asamblea de accionistas. Pocas veces la selección se hace siguiendo un proceso que armonice las necesidades actuales de la empresa con el talento de los candidatos. Ni se tiene en cuenta que las juntas son cuerpos colegiados, obligadas a trabajar en equipo, lo cual exige cier-tas habilidades. No sorprende entonces que terminen siendo un agregado aleatorio de personali-dades sin mucha conexión con la empresa, cada una por su lado, a veces privilegiando intereses particulares sobre los institucionales. La continuidad. Un miembro de junta, por bueno que sea, debería reelegirse solo una vez, má-ximo dos. Esta restricción no solo impide que se perpetúen quienes no suman sino que permite refrescar la junta con personas que aporten una nueva visión del negocio. La evaluación. ¿Quién califica su desempeño? Se espera que los revisores fiscales, como repre-sentantes de los accionistas, pero no es así como sucede porque en nuestro medio muchos reviso-res fiscales no tienen ese nivel de independencia. Por eso algunas empresas encargan la evaluación a un asesor externo. Puede hacerlo mediante entrevistas personales con cada director y apoyán-dose en las actas, suponiendo que existen y que están bien redactadas. Sin evaluación y sin límites en la reelección, las juntas tienden a rutinizarse y volverse intrascendentes. La autonomía. Se espera que las juntas asuman las responsabilidades primarias de remover al gerente y diseñar la empresa del futuro. Pero a veces sucede al revés: si la junta no se pliega a la voluntad del gerente o si se atreve a cuestionar el diseño del negocio o la forma como lo está con-duciendo, el gerente sustituye a los disidentes. En las empresas familiares los fundadores...

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